Las condiciones de cultivo de las peras en Washington y Oregón no han sido óptimas este año. Las heladas de enero de 2024 dañaron algunos árboles y limitaron la fructificación durante la floración. Además, el frío de la primavera y el granizo del verano afectaron negativamente a la producción de la cosecha 2024-2025. Como resultado, el volumen de producción de peras en EE. UU. ha sufrido una merma considerable. "La cosecha de pera del noroeste de 2024-2025 pasará a los libros como una de las más pequeñas del sector en 40 años", dice Jeff Correa, de Pear Bureau Northwest.
La estimación de la cosecha ha llegado a 10,6 millones de cajas, es decir, un 28% menos que la temporada pasada y un 31% menos en comparación con la media quinquenal. Los niveles de producción de las principales variedades se han visto muy perjudicados. "Bosc es la variedad del noroeste que se ha visto más afectada", comenta Correa. "El volumen de producción ha bajado un 62% respecto a la temporada pasada". Las otras dos variedades que complementan a las tres principales –Anjou verde y Bartlett verde– han bajado un 26 y un 18% respectivamente.
Exportaciones limitadas
Como resultado de la corta cosecha, habrá menos peras disponibles para todos los mercados. Aunque las peras estadounidenses se venden sobre todo en el mercado nacional, suele exportarse cierto volumen a México, Canadá y algunos países de Centroamérica. Sin embargo, para la próxima temporada se espera exportar una cantidad mínima de peras. "La única oportunidad para la exportación será la variedad Red Anjou, ya que los niveles de producción son solo un 1% inferiores a los de la temporada pasada". Pear Bureau Northwest tratará de promocionar con fuerza esa variedad en el mercado de exportación para lograr la aceptación de Red Anjou por parte de los consumidores esta temporada y en temporadas futuras.
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Jeff Correa
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