Una plantación de avellanos de 4 hectáreas, equipos de recolección adquiridos en asociación entre dos empresas, el primer producto apenas 4 años después del trasplante: estas son las primeras cifras transmitidas el 11 de septiembre en Forlì, en la empresa Sirri, durante una jornada de demostración organizada por Terremerse.
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Marco Casalini e Ilenio Bastoni.
"La gran participación en esta jornada demuestra hasta qué punto este cultivo interesa a los operadores. Llevamos varios años creyendo en él y ahora estamos recogiendo los primeros frutos", comentó Marco Casalini, presidente de Terremerse.
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Ilenio Bastoni, Giovanni Zarantonello y Marco Babini.
"Ya hemos alcanzado las 250 hectáreas cultivadas en el marco del Progetto Nocciolo, de las cuales 120 solo en los últimos 12 meses. A estas alturas ya no tenemos que fijarnos en lo que nos gusta cultivar, sino en lo que demanda el mercado. Y las avellanas son una de esas referencias muy demandadas", según Ilenio Bastoni, responsable del sector hortofrutícola de Terremerse.
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La empresa Sirri cultiva 4 hectáreas, con un marco de plantación de 5 x 3 metros y un sistema de producción tipo "cespuglio". La variedad es la Tonda di Giffoni, que es autoestéril, por lo que se necesitan polinizadores. El riego es muy recomendable y en este caso hay una doble línea de goteo enterrada a 20-25 cm de profundidad y a 40 cm de distancia.
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Fase de recolección.
"El avellano requiere una inversión inicial baja, unos 5.000 euros/ha sin contar el sistema de riego. Por cierto, muchos costes pueden ser financiados por la OCM", señala Marco Babini, quien hasta ahora era el responsable del proyecto, y que ha pasado las riendas a Giovanni Zarantonello.
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Más de cien participantes en la jornada técnica de Forlì.
Además, el avellano moderno y profesional requiere poca mano de obra. "Hoy en día", subraya Casalini, "cuando se inicia un cultivo, hay que pensar en la disponibilidad de mano de obra y tomar decisiones para no tener que depender de ella".
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Enrico Sirri comprueba las avellanas cosechadas.
La empresa Sirri ha adquirido un equipo de recolección frontal. "Consiste en un cepillo delantero que transporta las avellanas a un sinfín y estas se aspiran y se trasladan a los contenedores que se llevan en la parte trasera", explica Babini.
"El cultivo genera ingresos", concluye Bastoni, "porque el precio se razona a partir del coste de producción. Nosotros, como cooperativa, nos encargamos de recoger el producto, hacer una nueva clasificación en la planta y someter después las avellanas a secado".
Para más información:
Progetto Nocciolo