En Michoacán, en concreto en la localidad de Buenavista, los productores de limón han vuelto a cesado sus actividades en respuesta al asesinato de José Luis Aguiñaga Escalera, un empresario de la zona. Con este paro se quiere protestar contra la violencia y las extorsiones perpetradas por organizaciones criminales. Según las primeras informaciones, Aguiñaga Escalera fue asesinado dentro de su rancho en Buenavista, uno de los dos municipios que decidieron parar sus actividades el mes pasado por las presiones de extorsionadores.
Según información extraoficial, la negativa del empresario a pagar las extorsiones del grupo criminal conocido como Los Viagras fue el motivo de su asesinato.
Guadalupe Mora Chávez, quien es hermano de Hipólito Mora, exlíder de las autodefensas asesinado en junio de 2023 por el mismo grupo criminal, confirma el paro de las actividades. "Hubo un paro, no se recibió el limón en los empaques de La Ruana y en Buenavista por lo que sucedió ayer del empacador que asesinaron", declaró Mora Chávez.
Es relevante mencionar que Michoacán ostenta la posición de mayor productor de limón de México, lo que implica que la detención temporal en la recolección y empaquetado de este cítrico ha provocado un incremento en los precios para el consumidor final.
Algunos productores de limón michoacanos aseguran que los extorsionadores les exigen pagar hasta dos pesos por cada kilo de producto, lo que acarrea unas pérdidas de hasta 30 millones de pesos semanales que van a parar a los grupos criminales. Otros denuncian que Los Viagras cobran 40.000 pesos por camión.
A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades de Michoacán no han emitido comentarios oficiales respecto al paro de actividades de los limoneros ni sobre el asesinato del empresario mencionado. Se sabe que las actividades de empacadoras se encuentran detenidas en localidades como La Ruana, Buenavista Tomatlán y Santa Ana Amatlán, donde aproximadamente 20 empresas han suspendido operaciones de manera indefinida.
Según informa el diario El Universal, el empresario asesinado había recibido amenazas días antes de su muerte por resistirse a acceder a las demandas de extorsión del crimen organizado. Según declaraciones de un familiar, quien prefirió mantenerse en el anonimato, a la víctima le exigían el pago de un millón de pesos.
Fuente: infobae.com