El sector hortofrutícola de varios países centroeuropeos se ha visto afectado por la tormenta Boris, que ha descargado fuertes lluvias desde el jueves 12 de septiembre que han provocado inundaciones repentinas casi sin precedentes en partes de Austria, Rumanía, Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría y Moldavia. Se calcula que han muerto alrededor de 17 personas y hay varios desaparecidos. Miles de habitantes de las ciudades y localidades afectadas de estos países han tenido que ser realojados temporalmente por el desbordamiento de varios ríos.
Las autoridades de estos países han emitido varias alertas, y en la capital de Eslovaquia, Bratislava, se ha declarado el estado de emergencia. Los meteorólogos informan de que estas lluvias torrenciales han estado acompañadas de vientos huracanados, con rachas de viento que llegaron a alcanzar los 114 km/h y hasta 131 km/h durante el pasado fin de semana.
Austria comienza las labores de limpieza tras la tormenta
Actualmente se están llevando a cabo tareas de desescombro en muchos puntos del país, incluida la planta de Schneider en Raasdorf (Baja Austria). En cualquier caso, esta semana no habrá cosecha, informa la directora Barbara Kargl. "De momento no podemos decir mucho sobre el alcance exacto de los daños. Casi habíamos terminado de recoger las cebollas, pero en lo que respecta al maíz dulce y las zanahorias, aún estamos en plena temporada de cosecha. También estoy en vilo por los cultivos de invierno, que deberían recogerse pronto".
En especial en el caso de los cultivos de campo abierto, parece que las condiciones meteorológicas extremas empeoran con los años, lo que suscita la pregunta de qué más se puede hacer para hacerles frente. "Por descontado, la protección de los cultivos sigue siendo complicada en las hortalizas de campo abierto, pero podemos pensar en ampliar la capacidad de almacenamiento y mejorar los cálculos preventivos de suministro para evitar la escasez. Es algo que puede resultar más complicado para el mercado de las frutas y hortalizas frescas, pero no cabe duda de que el segmento de congelados, en el que también estamos activos, es una de las opciones", señala Kargl.
Rumanía
El condado más afectado por las inundaciones, que según las autoridades han alcanzado nuevas cotas históricas, es el de Galati, donde han perecido seis personas. Según Ilie Ghilerdea, comprador de frutas y verduras frescas de Select Fruits, con sede en Bucarest, la capital del país, "en Galati se encuentran algunas de las mayores zonas de cultivo de hortalizas de raíz de Rumanía, sobre todo cebollas y zanahorias". Otros condados afectados por las inundaciones son Aslui y Lasi. Todavía se están llevando a cabo labores de rescate, puesto que las inundaciones han provocado graves daños en casas, puentes y muchas infraestructuras.
Esta imagen de Copernicus Sentinel-3, tomada el 11 de septiembre de 2024, muestra un frente frío que se aproxima a las costas de Francia, Bélgica y los Países Bajos camino de tocar tierra con fuerza en Europa central.
Daños menos graves en Moldavia
Moldavia también se ha visto afectada por el ciclón Boris, pero los daños han tenido un mayor alcance que en la vecina Rumanía y otros países centroeuropeos. Sobre todo el centro y el sur del país, donde se cultiva mucha uva, han tenido que hacer frente a una cantidad considerable de agua.
Un viticultor del sur del país, a unos 100 km de Galati, distrito rumano donde han fallecido seis personas al desbordarse el Danubio, dice que el domingo cayeron 60 mm en su pueblo. Los campos no se inundaron, no resultaron dañadas ni las infraestructuras ni las plantas, pero de las uvas Moldova que quedan por recoger –las demás variedades, afortunadamente, ya se habían cosechado–, cerca del 30% se perderán por agrietamiento y el resto no tendrá mucha vida poscosecha. La calidad para el consumo sigue siendo buena. Según el agricultor, la historia también tiene un lado positivo: se están reponiendo las reservas de agua, lo que solo puede beneficiar a la producción en el largo plazo.
En el centro del país, un productor de ciruelas y manzanas informa de que la mayoría de las ciruelas ya están almacenadas, pero que también se espera que las manzanas que aún quedan en los árboles presenten pocos daños. Todavía no se puede hacer una estimación exacta de los destrozos, porque el acceso a los campos es difícil en estos momentos. En los dos últimos días han caído unos 40 mm de lluvia. Los árboles en sí no se han visto afectados, también porque la empresa había tenido en cuenta la posibilidad de tales condiciones meteorológicas al plantarlos. Por cierto, el transporte a Europa occidental está sufriendo menos trastornos de los previstos inicialmente. Habrá que añadir algunas horas al tiempo de espera en los pasos fronterizos, pero los retrasos son asequibles, indica el productor basándose en los mensajes publicados en las redes sociales.
Eslovaquia
A diferencia de los países vecinos, parece que los daños meteorológicos en la agricultura eslovaca son limitados hasta ahora, confirma Peter Turlik, director general de la principal cooperativa frutícola, Bonum, con sede en la capital, Bratislava. "Afortunadamente, las consecuencias para nuestros fruticultores han sido comparativamente menores. Sin embargo, ya hemos tenido una temporada muy difícil: a las heladas tardías de primavera se les sumaron el calor y los consiguientes daños en los huertos, y ahora nos enfrentamos a inundaciones y tormentas. Nos preguntamos qué más nos espera", manifiesta Turlik.
El sur de Polonia este fin de semana, donde la Cruz Roja habla de "enormes necesidades" tras otra catástrofe por inundaciones firmemente vinculada al cambio climático. (Foto: Cruz Roja de Polonia).
Polonia declarará el estado de catástrofe
La magnitud de los daños en Polonia ha llevado a su primer ministro a declarar el estado de catástrofe. Un productor y exportador polaco señala: "Desgraciadamente, la situación de las inundaciones en Polonia es impredecible y cambia de hora en hora. Al parecer, la próxima gran oleada de inundaciones se prevé para el miércoles, así que estamos preocupados. Por suerte, la empresa y los empleados están a salvo, pero estamos rodeados de muchas ciudades inundadas".
Hungría, en el epicentro de la tormenta
En la capital húngara, Budapest, a orillas del río Danubio, se han preparado para la ola de agua que se espera que eleve el nivel de las aguas a niveles cercanos a máximos históricos. Balázs Berceli, meteorólogo húngaro de la web de seguimiento meteorológico idokep.hu, declara: "El centro del ciclón Boris, que causó condiciones meteorológicas extremas en muchas partes de nuestro país, así como en los países vecinos, se desplazó sobre Hungría en la noche del sábado al domingo. Alrededor de la 1, para ser exactos, justo encima de Budapest estaba el epicentro del ciclón Boris".
Las autoridades gubernamentales de todos los países afectados trabajan contrarreloj, y el verdadero alcance de los daños en las infraestructuras agrícolas y las plantaciones aún se dejará sentir durante mucho tiempo después de este fenómeno meteorológico de gran magnitud.