"Una helada bastante dura atravesó el valle del río Hex a finales de agosto, desde De Doorns, Robertson, Bonnievale, dejando una cantidad significativa de viñedos dañados", dice Stiaan Hugo, director general de AGI Frost Fans. "En Rawsonville, donde crecí, nunca habíamos tenido heladas. Ahora, en los últimos cinco años, los agricultores experimentan un tremendo aumento de la frecuencia de las heladas".
Señala que en el Cabo Septentrional los agricultores solían hablar de heladas cada diez años y ahora las heladas se han convertido en un fenómeno anual. El periodo crítico de heladas primaverales es ahora mismo, y hay 120 ventiladores antiheladas AGI en funcionamiento en las explotaciones frutícolas y vinícolas de toda Sudáfrica. Durante la fuerte helada de julio, un productor de arándanos de Marble Hall pudo salvar su cosecha gracias a sus ventiladores AGI.
Hace diez años, Hugo y un variado equipo comenzaron a experimentar con ventiladores que pudieran empujar el aire caliente de la capa superior de inversión hacia el aire frío más denso del suelo, generando un microclima gracias al movimiento del viento. En 2018, AGI Frost Fans empezó a vender las estructuras de 10,5 m de altura a fruticultores y viticultores; dos años después, clientes internacionales de Chile también compraban los ventiladores antiheladas fabricados en Wellington, Cabo Occidental.
La empresa está a punto de vender sus ventiladores a clientes estadounidenses que conocieron en la World Ag Expo, a la que asiste cada año.
El pionero en combustibles fósiles de Nueva Zelanda es cliente
AGI Frost Fans sigue un modelo de evaluación de riesgos que tiene en cuenta la topografía, así como datos de biomasa a través de imágenes por satélite y análisis de flujo frío.
"Estudiamos las zonas para determinar exactamente dónde debe situarse el ventilador en una explotación, en lugar de limitarnos a colocarlo según una cuadrícula; descubrimos que, en algunos casos, basta un ventilador en lugar de dos".
Evaluación del riesgo de heladas en una explotación.
La mayoría de los usuarios sudafricanos accionan sus ventiladores antiheladas AGI desde la red o con generadores diésel. Un cliente de AGI, Forest Lodge Orchard, en el sur de Nueva Zelanda, no quema combustibles fósiles y utiliza una combinación de energía solar, baterías y energía de la red para hacer funcionar sus ventiladores.
En los alrededores de Augrabies, en el Cabo Septentrional, una empresa dedicada al cultivo de uvas y cítricos acciona sus ventiladores para heladas a partir de su campo solar de 1.125 kW, con una capacidad de batería de 1.062 kW. Hugo observa que, en todo el mundo, lo normal son entre 50 y 200 horas de uso del ventilador, pero en el Cabo Septentrional, a orillas del río Orange, donde a veces se hielan campos enteros de cítricos en pleno invierno, sus clientes mantienen las aspas girando hasta 600 horas al año.
"Los citricultores necesitan un amplio espectro de protección contra las heladas, no solo durante el invierno para proteger el árbol, sino también para proteger las flores en primavera y luego lo último de la cosecha que se recoge.
El ventilador antiheladas más silencioso del mundo
El modelo de 30 kW es su ventilador antiheladas de la gama alta de la empresa; tiene un alcance de 9 hectáreas y funciona a 800 revoluciones por minuto, lo que significa que el ruido puede ser un factor a tener en cuenta.
Por este motivo, AGI Frost Fans ha desarrollado el ventilador antiheladas más silencioso del mundo, con 42 dB a 300 metros, lo que, comparado con 58 dB a 300 metros, supone una diferencia exponencial. Funciona a la mitad de velocidad que los ventiladores más pequeños y ofrece protección contra las heladas en una superficie de hasta 8 hectáreas.
Hugo señala que muchos agricultores siguen fijándose únicamente en la temperatura de forma aislada, cuando es la humedad relativa lo que determina la gravedad de los daños por heladas o frío.
"La temperatura del bulbo húmedo es una indicación mucho mejor del riesgo de heladas. Cuanta más humedad haya en el aire, más despacio desciende la temperatura", afirma. Rociar agua desde arriba mientras se utilizan los ventiladores tendría el efecto contrario, provocando un enfriamiento por evaporación.
Asesoramiento
Hugo es un gran admirador de las estaciones meteorológicas de Hortec y su modelo de previsión de heladas. En su lista de I+D destaca la integración de datos de predicción meteorológica para que los ventiladores se enciendan o apaguen de forma autónoma, con el consiguiente ahorro de electricidad. AGI ha desarrollado la interfaz de control y supervisión (AGI Live) a través de la cual los ventiladores de heladas reciben actualmente las instrucciones.
"¿Hasta qué punto se puede proteger un cultivo? Eso es muy relativo, depende del estado fenológico, de la humedad relativa, del propio cultivo. A -6 °C, es difícil proteger lo suficiente", explica.
Si una explotación decide no instalar un ventilador antiheladas, la empresa puede analizar sus campos y aconsejarles otras muchas prácticas para evitar los daños del frío: cavar zanjas que desvíen las grandes masas de aire frío, mantener el suelo desnudo durante el periodo crítico de primavera para permitir que el suelo se caliente durante el día, evitar que la vegetación atrape el aire frío y regar solo en determinados momentos para mantener el calor del suelo. Hugo afirma que existen muchas prácticas de cultivo para reducir el aire frío que se acumula en los puntos más bajos.
Quemar neumáticos: una práctica horrible
"Te sorprendería saber cuántos agricultores siguen quemando neumáticos como medio para combatir las heladas", asegura Hugo, que sostiene que sigue siendo una práctica común en las explotaciones con cultivos en riesgo de sufrir daños por las heladas primaverales prenderle fuego a un montón de neumáticos viejos y madera para crear una cortina de humo sobre el cultivo, ya sea para atrapar el calor o para proporcionar calor adicional.
"Es una práctica muy peligrosa, contamina el aire, deja residuos en la fruta y lo peor es que no solo te estás afectando a ti mismo, sino también a tu vecino y al vecino de tu vecino".
Hugo la califica de práctica horrible, sin apenas eficacia y que contraviene la ley sudafricana de Control de la Contaminación Atmosférica de 2021. "En otros países, como Nueva Zelanda, los agricultores reciben multas enormes por quemar neumáticos. Nos gustaría crear un poco de conciencia al respecto: es un gran problema y es ineficiente, no sirve de nada quemar neumáticos para evitar daños por frío".
Para más información:
Stiaan Hugo
AGI Frost Fans
Tel.: +27 21 873 0590
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https://agifrostfans.com/