Los rituales, como mojar fruta en chocolate o cantar karaoke, ayudan a controlar el estrés, aumentar la concentración y mejorar el rendimiento. Los deportistas y los profesionales utilizan rituales personalizados, como estiramientos o listas de reproducción, para prepararse para los retos, mantener la claridad y lograr resultados positivos. Al fomentar la previsibilidad y el propósito, estas prácticas favorecen el bienestar mental y mejoran el rendimiento diario, ya sea en el deporte, el trabajo o la vida personal.