La cosecha de la ciruela de Ente, la famosa variedad con la que se produce la IGP ciruela pasa de Agen, acaba de concluir. Gaëtan Vergnes, secretario general de Bureau National Interprofessionnel du Pruneau (BIP), hace balance de la campaña.
"Una cosecha menor que en 2023, pero no catastrófica"
"No podemos decir que sea una buena cosecha, pero tampoco catastrófica, como fue el caso en 2021 y 2022", explica Gaëtan Vergnes. Tras dos años desastrosos por las heladas, 2023 dio un respiro a los productores, que volvieron a las 40.500 toneladas (32.000 de ellas de IGP). Este año, según las primeras estimaciones (todavía por confirmar), es probable que los volúmenes desciendan en torno a un 20% o 30% con respecto al año pasado. Esto significa que en 2023 se cosecharon 120.000 toneladas de ciruelas frescas, es decir, 40.000 toneladas de ciruelas pasas.
Solo las ciruelas cultivadas, cosechadas, secadas y transformadas en los 6 departamentos del sudoeste (Tarn y Garona, Lot y Garona, Lot, Dordoña, Gers y Gironda), que representan el 99% de las ciruelas pasas producidas en Francia, pueden reivindicar la denominación Pruneau d'Agen IGP, obtenida en 2022. Y solo las ciruelas pasas más grandes están incluidas en el pliego de condiciones de la IGP.
Exceso de agua y asfixia radicular
¿El motivo de este descenso? "El mal tiempo desde finales de abril, en particular las tormentas de granizo y el exceso de lluvia en la zona de la IGP. El exceso de agua ha provocado un problema de asfixia radicular que ha causado la muerte de los árboles". Como nota positiva: "La calidad es buena, aunque el contenido de azúcar es inferior al de años anteriores (un nivel relativamente heterogéneo según las zonas), pero sigue siendo decente". Este año, los calibres serán más grandes.
Una cosecha corta
La cosecha de 2024 habrá durado entre tres semanas y un mes, "una duración relativamente corta en comparación con las estadísticas del sector", afirma Gaëtan Vergnes. "Hubo bastantes pérdidas sobre el terreno, con mucha fruta caída de los árboles al mismo tiempo a causa de las tormentas y el viento. Y una vez que la fruta ha caído, está perdida". En los años 90, la recolección se hacía a mano, para poder recoger la fruta del suelo, pero hoy en día está totalmente mecanizada (excepto en el sector ecológico). "Cosechar a mano requiere demasiada gente para no obtener ningún beneficio hoy en día".
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