La campaña de recolección de pistachos en la región del Urgell, que se beneficia del agua del canal Segarra-Garrigues, ha comenzado con una previsión de cosecha a la baja debido a que este será un año off –el ciclo de los pistacheros, que alterna un año de alta producción (on) y uno de baja (off)– y a las secuelas de la escasez de agua del año anterior. La de este año es la primera cosecha después de que aproximadamente 70 agricultores, que gestionan cerca de 500 hectáreas, decidieran terminar sus contratos con el Grupo Borges. La razón detrás de esta decisión es la insatisfacción con los precios de compra ofrecidos por la empresa, que los productores consideran injustos.
Ramon Boleda, un agricultor de Verdú, dice que si hubiera vendido su producción del año pasado en otro sitio, habría recibido 81.000 euros, una cifra seis veces superior a lo que Borges le pagó.
Boleda dice que los agricultores se han encontrado con un mercado receptivo y no han tenido problemas para vender el producto.
"El año pasado hice 13.500 kilos en seco y si los hubiera llevado a Aragón, como haré este año, habría ganado 81.000 euros. Llevados a Borges la liquidación me ha salido a 13.000 euros, con eso no pago ni el agua de riego", asegura Boleda.
En un año on, se producen entre 3.000 y 3.500 kilos en seco por hectárea, mientras que en un año off, la producción cae hasta los 1.800 o 2.000 kilos.
Fuente: segre.com