"El cultivo, la calidad y los volúmenes de lima persa en México se verán afectados por el fenómeno meteorológico de La Niña, ya que se esperan fuertes lluvias y exceso de humedad en las regiones productoras de este cítrico", afirma Fátima Morales, exportadora de lima persa de la empresa Moes Produce en Veracruz, México. Debido a los menores volúmenes que se esperan, el precio de la lima será mucho más alto en los próximos meses.
Morales dice que las cotizaciones de la lima han bajado esta semana debido al incremento en los calibres 230 y 250. "Estamos viendo que el producto mexicano de calibres 200 y 250 que está llegando a través de Texas está bajando de precio. Los vendedores han indicado que la nueva cosecha está empezando a aumentar de tamaño. Además, está entrando más volumen en Estados Unidos que la semana pasada, y los elevados precios recientes han suavizado la demanda".
Morales explica que para los meses de octubre a diciembre se esperan unas condiciones meteorológicas particularmente inestables que perjudicarán al cultivo de limas persas. También es la temporada crucial de exportación, cuando la demanda es mayor en su principal mercado, EE. UU., que gozará de prioridad. Los mercados europeos con contratos a largo plazo y que ofrezcan precios más elevados también serán prioritarios, afirma Morales. "Es probable que se dé prioridad al mercado estadounidense, sobre todo durante las temporadas de mayor demanda, como las fiestas de Acción de Gracias y Navidad. Estados Unidos sigue siendo uno de los principales importadores, y los exportadores se centrarán en mantener un suministro estable allí a pesar de los posibles recortes de volumen. Los mercados con ofertas de precios más elevados y contratos a largo plazo, como algunas partes de Europa, también pueden recibir prioridad. Los mercados de menor volumen o los que ofrecen precios menos favorables podrían experimentar escasez de suministro".
Tradicionalmente, los precios más altos de las limas permitían a los productores compensar los descensos de volúmenes. Sin embargo, dado el encarecimiento de los insumos, este panorama ha cambiado mucho, afirma Morales. "Los precios más altos compensarán hasta cierto punto la caída en volúmenes. Se prevé que los márgenes de beneficio se reduzcan entre un 3% y un 5% si los costes siguen aumentando al ritmo actual. La elevada demanda y la oferta limitada hacen subir los precios, lo que ayuda a estabilizar los ingresos. Sin embargo, el alcance de la compensación dependerá de cuánto suban los precios y cuánto baje el volumen de producción".
El exceso de lluvia que se prevé tendrá varias complicaciones en la calidad y el calibre de las limas, así como una elevada carga de enfermedades, que son cuestiones que los productores deben manejar con cuidado. "El exceso de lluvias suele traducirse en frutos de menor tamaño porque los árboles sufren estrés por el encharcamiento del suelo, y es posible que no desarrollen las limas más grandes y de mayor calidad que suelen buscar los compradores. Si las lluvias se prolongan, podría escasear la fruta de mayor calibre, que suele alcanzar precios más altos en los mercados de exportación. Los productores podrían tener una mayor proporción de fruta pequeña en su cosecha, lo que podría afectar a las estrategias de fijación de precios y a las preferencias del mercado", explica Morales.
Una sequía a principios de año en México fue dura con los árboles.
Es probable que la ampliación de los campos de limas se retrase, ya que los productores intentarán simplemente hacer frente a las condiciones, señala Morales. "Es probable que la expansión se retrase. Dados los actuales problemas climáticos derivados de La Niña y los impredecibles patrones meteorológicos, los productores podrían dudar a la hora de invertir en nuevas plantaciones hasta que las condiciones se estabilicen. El aumento de los riesgos derivados del exceso de lluvia, las enfermedades fúngicas y las posibles sequías hacen más difícil predecir el rendimiento futuro de las nuevas inversiones. Los productores también pueden reorientar los recursos a reforzar los huertos existentes con mejoras del riego o medidas de control de enfermedades, en lugar de ampliarlos".
Por ello, aconseja a los productores cómo sobrevivir potencialmente al periodo de octubre a diciembre de 2024. "Este período seguirá siendo difícil debido al cambio climático, pero hay potencial para obtener fuertes ingresos a través de unos precios más altos. Los productores deben centrarse en la eficiencia operativa y la gestión de riesgos para mantener la estabilidad financiera", concluye Morales.
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Fátima Morales
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