Marruecos está avanzando en sus experimentos para alterar el clima a través de la siembra de nubes, una técnica que busca incrementar las precipitaciones mediante la dispersión de elementos químicos como el yoduro de plata en las nubes. Según El Faro de Ceuta, hay planes para ampliar esta práctica a 42 estaciones de siembra de nubes para 2025, dentro del Proyecto de Inversión Artificial Ghaith, con lo que se espera lograr un aumento de precipitaciones de entre el 15% y el 20% en las zonas objetivo.
Esta iniciativa ha generado preocupación entre los agricultores murcianos, quienes temen que los experimentos puedan afectar negativamente a sus cultivos. La asociación Asaja, según informa La Opinión de Murcia, ha solicitado más información al Gobierno español y medidas por parte de la Comisión Europea, expresando inquietudes compartidas por agricultores en Andalucía, Ceuta y Melilla, debido a su proximidad geográfica con Marruecos.
En Canarias, sin embargo, la percepción es diferente. Theo Hernando, presidente de Asaga-Asaja Canarias, considera que los experimentos de siembra de nubes en Marruecos tienen un impacto limitado debido a la posición geográfica de las islas y la naturaleza de las borrascas que las afectan. Hernando también señala que la eficacia de la siembra de nubes no está científicamente comprobada y sugiere que la tecnología de desalación de agua de mar y regeneración de aguas urbanas sería una solución más efectiva y realista para los problemas hídricos en Canarias.
La siembra de nubes, aunque es una técnica que se estudia en varios países, incluida China y anteriormente España, sigue siendo objeto de debate en cuanto a su eficacia y posibles impactos ambientales. Mientras tanto, la comunidad agrícola española permanece atenta a los desarrollos futuros y a las decisiones políticas que puedan surgir en respuesta a estas prácticas climáticas.
Fuente: atlanticohoy.com