La cosecha de almendras en Grecia ya ha terminado, pero el producto se ha almacenado, dado que aún quedan existencias de la temporada pasada en los mercados. Según Thymios Kasoumis, agricultor y presidente de Almoland, cooperativa agrícola de almendras y frutos secos de Lamia, estas existencias desaparecerán a mediados de octubre y entonces comenzará a comercializarse la nueva cosecha. Sin embargo, este año la producción griega ha sido muy reducida.
Kasoumis explica: "No solo en Lamia, sino en toda Grecia, la producción de almendras fue muy difícil. En nuestra región, Lamia, el rendimiento por hectárea fue entre un 70% y un 80% inferior al de la temporada anterior. Hubo incluso explotaciones completamente desprovistas de almendras". Esta evolución tiene mucho que ver con la variedad más extendida, la Fyrania, una variedad antigua susceptible a las condiciones meteorológicas adversas, como las olas de frío del invierno pasado. "En cambio", afirma Kasoumis, "las variedades modernas apenas se han visto afectadas. Por ejemplo, nuestra cooperativa ha invertido en la variedad Marta, autocompatible y resistente a la intemperie, por lo que no hemos tenido que hacer frente a un descenso de la producción. Además, los árboles más viejos de nuestras explotaciones solo tienen seis años. Gracias a ellos es robusta y así marcamos un crecimiento constante de la producción durante los últimos años".
Sin embargo, incluso este éxito limitado en el cultivo de la almendra griega de este año se ha visto marcado por los elevados costes de producción. "El coste se ha incrementado debido a las elevadas necesidades de riego durante el verano", afirma el productor griego, y añade: "Por otro lado, el tiempo durante la cosecha fue soleado y cálido, lo que nos brindó la oportunidad de secar nuestros frutos de forma natural y evitar el coste adicional de las tecnologías de secado". En cuanto a los precios, Kasoumis afirma que "la temporada pasada, los productores vendieron Fyrania a 6,50 euros/kg y las variedades autocompatibles a 5,50 euros/kg. El debate entre la mayoría de los agentes del mercado en estos momentos gira en torno a un aumento de 0,50 euros con respecto a ese precio, pero los grandes compradores presionan constantemente para que se bajen los precios".
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