En Tucumán, la industria del limón enfrenta desafíos significativos debido a la sobreproducción global y la consiguiente caída de precios. Esta situación ha llevado a los productores a retirar cultivos antiguos e improductivos, abriendo espacio para nuevos cultivos. Algunos han optado por retornar a la caña de azúcar, mientras que otros ven en la naranja una alternativa viable, aprovechando la infraestructura existente de la industria limonera.
La transición hacia el cultivo de naranjas se ve impulsada por el precio históricamente alto del jugo de naranja en el mercado global, que ha registrado un incremento del 200% en el último año. Este aumento se debe a una reducción en la producción de los principales países productores como Brasil, Estados Unidos y México, afectados por el HLB, una enfermedad incurable en cítricos, transmitida por un insecto vector o material vegetal infectado.
La preocupación crece en Tucumán por la posible introducción de materiales contaminados con HLB, poniendo en riesgo el estatus sanitario de la región. Hernán Salas López, de la Estación Experimental Obispo Colombres, destaca la importancia de utilizar material de propagación certificado para prevenir la enfermedad. Los centros de saneamiento, como el INTA Concordia, juegan un papel crucial en la provisión de plantines libres de HLB.
Hernán Salas López, agrónomo y director en Tecnología de Investigación y Tecnología Agropecuaria de la Obispo Colombres, explicó al programa Colonia Agropecuaria que la crisis en el cultivo del limón, agravada por la expansión de la superficie cultivada y la falta de respuesta del mercado, ha llevado a considerar la naranja como una opción. Sin embargo, advierte sobre los riesgos de importar material de propagación sin las certificaciones adecuadas.
La urgencia de adaptarse a la demanda de naranja mientras se protege la sanidad de los cultivos subraya la importancia de seguir las regulaciones y utilizar solo material certificado para evitar la propagación del HLB en la región.
Fuente: bichosdecampo.com