El comienzo de la temporada de cebollas de este año en Países Bajos no se parece al de otros años. "El año pasado te regalaban una caja de pasteles con cada envío de cebollas; ahora te dan una patada en el trasero, por así decirlo", se ríe Arie van Baalen, de River Onions.
"No estamos acostumbrados a estos precios, y ha sido una auténtica montaña rusa desde Año Nuevo, una tendencia que no ha hecho más que continuar con la nueva cosecha. Bastantes cebollas también tienen algún problema. La siembra se hizo muy tarde, y las parcelas recibieron mucha agua, lo que provocó una presión bacteriana. Esos problemas de calidad ponen presión en el mercado", continúa.
"Los precios del trigo y la patata también son moderados, por lo que los precios agrícolas están en general bajo presión. Así pues, este año hay que tener paciencia para ganar dinero. Es algo a lo que hay que acostumbrarse; en años anteriores, podíamos hacerlo justo después de la cosecha. Creo que podemos estar contentos si el mercado se estabiliza. Los productores temen ser rechazados, y los compradores, recibir cebollas en mal estado. Se necesita mucha confianza. Pero soy optimista; al menos los precios están ahora a un nivel en el que las exportaciones deberían poder despegar bien", dice Arie.
"La demanda es amplia, y los destinos habituales demandan muchas cebollas. El Reino Unido siempre es un buen comprador. África, donde no tenemos actividad, estuvo un poco ausente al principio de la campaña, pero hay indicios de que esas exportaciones empiezan a repuntar un poco. Estos precios bajos también están atrayendo de nuevo a lugares como Centroamérica, Malasia e Israel. Pero hay que estar atentos a esos destinos lejanos, porque esas cebollas pasan de cuatro a cinco semanas en un contenedor", explica Arie. "Las cebollas rojas son mucho más caras, con precios al productor que rondan los 0,20-0,23 euros, pero espero que bajen, porque muchos lotes no han crecido lo suficiente".
"Otros años, Polonia se llevaba muchas cebollas para industria desde el principio, con lo que el mercado tocaba fondo inmediatamente. Lo mismo podría ocurrir ahora; solo habría que hacer concesiones en el precio". River Onions ha puesto mucho empeño en vender lotes de industria a Polonia en los últimos años. "Hemos encontrado un socio en Jakub Fyda, que se encarga de nuestras ventas en Polonia. Habla el idioma y conoce la cultura, lo que es una gran ventaja. Enviamos cebollas de campo a Polonia y traemos de vuelta cebollas peladas para grandes transformadores de Bélgica y Francia, entre otros", concluye Arie.
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