La campaña de chirimoya ha arrancado en Andalucía, en concreto en la Costa Tropical, región que lidera la producción de este fruto y que prevé repetir los favorables resultados del año anterior. Se estima una producción de aproximadamente 45.000 toneladas y un incremento en las exportaciones hacia otros países miembros de la Unión Europea. España, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ocupa la posición de primer productor y comercializador mundial de chirimoya.
Antonio Rodríguez, presidente del Consejo Regulador Denominación de Origen Protegida (DOP) Chirimoya Costa Tropical, ha expresado su expectativa de que la campaña, que se extiende hasta abril, transcurra sin contratiempos, gracias a unas condiciones meteorológicas favorables. Aunque ya se registra un aumento en las ventas comparado con el mismo periodo del año pasado, Rodríguez enfatiza la necesidad de lluvias para el óptimo desarrollo de los cultivos.
La tendencia de crecimiento en la producción de chirimoya es alentadora, mostrando incrementos anuales de hasta un 15%. Este fruto, que depende de temperaturas frescas y precipitaciones para su desarrollo, tiene su pico de producción y comercialización entre septiembre y diciembre, cuando se comercializa más del 87% del total anual, según datos de la Junta de Andalucía.
En cuanto al comercio exterior, las exportaciones hacia la UE han experimentado un crecimiento significativo de hasta un 20% en los últimos cinco años. Para este año, se prevé que continúe esta tendencia ascendente, impulsada por la creciente demanda y reconocimiento del producto en nuevos mercados. Actualmente, el 45% de la producción nacional se destina a la exportación, cifra que podría aumentar debido al auge del consumo europeo, aunque el mercado nacional también muestra un incremento.
El sector enfrenta, no obstante, desafíos importantes, como la dificultad para encontrar personal dispuesto a trabajar en la agricultura, un problema que Rodríguez destaca como uno de los principales obstáculos para el sector. A pesar de estos retos y de los costes de producción elevados, la rentabilidad de la chirimoya se mantiene positiva, beneficiada por la inexistencia de competidores internacionales, dado que este cultivo es exclusivo de España.
La variedad Fino de Jete domina más del 90% de la superficie cultivada en la Costa Tropical de Granada-Málaga, con los municipios de Almuñécar, Motril, Salobreña y Jete a la cabeza en términos de superficie. Las hectáreas dedicadas a este cultivo se han mantenido estables en las últimas cinco campañas, alrededor de las 3.041 hectáreas.
Fuente: efeagro.com