El 10 de septiembre, Fundecitrus revisó a la baja su previsión de cosecha cítricos 2024/25 en la región de São Paulo y Minas Gerais Oeste-Suroeste de Brasil, indicando una disminución a 215,78 millones de cajas, una bajada del 7,1% respecto a su previsión de mayo. Esta cifra también supone un descenso del 29,8% respecto a la producción de la temporada anterior, que fue de 307,22 millones de cajas. Este ajuste se atribuye a unos calibres más pequeños y a una mayor tasa de caída de fruta, agravada por las condiciones cálidas y secas experimentadas en la zona. Entre mayo y agosto de 2024, el cinturón citrícola recibió solo 64 milímetros de lluvias, lo que supone un 54% menos que la media histórica.
Las condiciones meteorológicas adversas han provocado la aceleración de la maduración de las naranjas, lo que ha llevado a los agricultores a iniciar la cosecha antes de lo habitual para mitigar el impacto de la enfermedad del greening. "No he visto un solo campo sin árboles afectados por la enfermedad del greening", según declara a Expana una fuente del mercado. Fundecitrus informa de que a mediados de agosto se había recolectado aproximadamente el 45% de la cosecha, un aumento significativo respecto al 30% típico de años anteriores.
A pesar de estos problemas, el mercado de zumo de naranja ha experimentado cierta estabilidad con la cosecha en curso. Los procesadores trabajan activamente con la fruta hasta septiembre, manteniendo un equilibrio entre la oferta y la demanda, aunque los precios están en máximos históricos. El precio de referencia de Expana (EBP) para el zumo de naranja brasileño entregado a la UE se sitúa en 7.000 $/t, lo que supone un aumento del 55% respecto al año anterior. Sin embargo, fuentes del mercado temen que la demanda supere a la oferta a medida que avance la temporada, lo que podría provocar escasez antes de la próxima cosecha. Este escenario podría obligar a los supermercados a ajustar los precios al alza a medida que los contratos con los minoristas europeos lleguen a su fin.
Fuente: Mintec