La anunciada huelga de estibadores norteamericanos comenzó el martes 1 de octubre. Riccardo Martini, de DCS Tramaco, explica las razones y amplía una serie de argumentos útiles para todo el sector hortofrutícola italiano y europeo. "Los trabajadores portuarios pertenecientes a la Asociación Internacional de Estibadores están en huelga desde el pasado martes en los puertos estadounidenses de la costa este, el golfo de México y Montreal, en Canadá. La acción sindical, que afecta directamente a 45.000 trabajadores de los servicios de contenedores y ro-ro, cuestiona que los operadores de las terminales y los transportistas marítimos obtengan beneficios astronómicos mientras los salarios de los estibadores llevan años estancados".
"Por eso han exigido un aumento salarial del 70%, que se repartirá a lo largo de los seis años del nuevo convenio. Nadie aventura pronósticos sobre la duración de la huelga, pero no se descarta que se prolongue durante muchos días o incluso semanas, porque el Gobierno estadounidense ya ha dicho que no tiene intención de interferir e intervenir".
Riccardo Martini.
Esto también está creando preocupación en el sector hortofrutícola italiano, para todas aquellas empresas que están empezando a exportar, especialmente manzanas y kiwis, en este momento.
"Entre los problemas y riesgos a los que nos enfrentamos", añade Martini, "está sin duda un aumento considerable de los costes, ya que los transportistas marítimos han introducido recargos por congestión portuaria de 2.000/2.500 USD por contenedor frigorífico de 40 pies y ya se habla de un nuevo aumento a partir del 1 de noviembre. Luego están los costes asociados a las paradas en las terminales. Es cierto que las compañías congelarán el cómputo de las sobrestadías, pero solo durante el periodo de huelga. ¿Cuánto tardarán entonces los contenedores en salir de los puertos congestionados? Así pues, el gran riesgo que hay que evaluar son los costes suplementarios acumulados en el puerto de destino y el posible deterioro de la fruta. Se calcula que para dar salida a los contenedores acumulados en dos hipotéticas semanas de huelga, un puerto como Nueva York necesitaría unos dos meses. Estos retrasos serían insostenibles para los cargamentos de fruta, tanto desde el punto de vista comercial como de la calidad de los propios productos".
Y señala: "Si la huelga continuara, también habría repercusiones en el transporte marítimo mundial. Teniendo en cuenta los volúmenes que gravitan hacia los puertos estadounidenses, se calcula que cada semana de huelga se retiran del mercado marítimo unos 500.000 contenedores, lo que provoca escasez e irregularidades en los servicios de transporte marítimo, que suelen traducirse en aumentos de las tarifas de flete".
Para los fabricantes italianos y europeos, por tanto, no es un momento fácil. "En este momento, lamentablemente, solo puedo sugerir que nos quedemos quietos y esperemos, a ver cómo evoluciona la situación. Entiendo que se trata de un nuevo golpe para el sector, que se suma al bloqueo de Suez, que lleva un año perjudicando las exportaciones de fruta a Oriente Medio y Extremo Oriente, pero el riesgo es realmente alto en estos momentos.
Una empresa de servicios como DCS Tramaco está siempre al lado de las empresas. Sobre este aspecto, Martini concluye: "Podemos apoyar a las empresas con información puntual y fiable, gracias a las oficinas de nuestro grupo en EE. UU. y Canadá, que nos mantienen constantemente actualizados, y con la búsqueda de soluciones alternativas, basadas en las necesidades de los exportadores".
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