¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Serie Moldavia, parte 10

"Con una línea de envasado flowpack para uvas de mesa y frutas de hueso, estamos bien posicionados para suministrar a los retailers"

"Por ensayo y error" es como Ion Ionas describe la aventura de las exportaciones de su empresa a la UE desde 2014. Fundada por su padre en 2001, Ionex fue una de las primeras empresas moldavas en enviar frutas de hueso y uvas de mesa a los países que se situaban al oeste de Moldavia. "El primer año enviamos diez camiones, pero pagamos cara esa experiencia de aprendizaje. Sin embargo, no nos rendimos, y el segundo año incluso obtuvimos unos pequeños beneficios. Ahora, el 95% de nuestros volúmenes se destinan a la Unión Europea", empieza Ion, director de la empresa.


Ion Ionas y su padre Gheorghe en una feria internacional.

Ionex es pionera en Moldavia en varios frentes, de acuerdo con Ion. "Ya en el siglo pasado, mi padre construyó cámaras frigoríficas para la fruta que compraba y comercializaba. También fuimos de los primeros en instalar una línea de clasificación y exportar a Alemania y el Reino Unido. Yo me incorporé a la empresa en 2007, y tres años después, plantamos nuestro primer huerto de unas 20 hectáreas. Cultivamos cerezas, ciruelas y albaricoques". Las parcelas de Ionex se encuentran en Ungheni, un pueblo cercano a la frontera rumana, mientras que el almacén de envasado se ubica en Costesti, a unos 15 kilómetros de Chisinau, la capital de Moldavia.

Ciruelas en una región, uvas en otra
Actualmente, la empresa posee más de 90 hectáreas en Ungheni, de las cuales 25 se destinan al cultivo de uvas, 50 a la producción de ciruelas y el resto a la de albaricoques. "Si bien al principio también teníamos cerezos, los hemos arrancado. Sigo buscando variedades adecuadas que no sean ni Regina ni Kordia, ya que todo el mundo las tiene. Dentro de unos años también quitaremos los viñedos". En Ungheni, el cultivo se centrará casi exclusivamente en las ciruelas, complementadas con albaricoques y posiblemente algunas cerezas. "Y en Costesti, donde estamos comprando tierras, plantaremos uvas de mesa, todas de la variedad Moldova y en sistema de pérgola", explica Ion.

Y es que el clima de Costesti, algo más meridional, es más propicio para el cultivo de uvas de mesa. La cosecha suele empezar el 20 de septiembre, dos o tres semanas antes que en Ungheni, con lo que se reduce el riesgo de lluvias otoñales y, posiblemente, de una noche de heladas durante la recolección. "En Costesti, tres cuartas partes de los habitantes tienen una o dos hectáreas de uvas de mesa. Exportamos algunas cantidades de estos productores pequeños, pero en nuestra cámara frigorífica de 900 toneladas solo hay productos de cosecha propia. Además, al retail alemán solo enviamos nuestra fruta de producción propia".

Línea de envasado flowpack
Exportar a países como Alemania, Francia, los Países Bajos y el Reino Unido supone varios requisitos, entre los cuales destacan la obtención de certificaciones y el cumplimiento de los LMR. Además de estos, el envasado también es un factor a tener en cuenta. Ionex puede suministrar la fruta en cajas con su propia marca y dispone de una línea flowpack. "Todos los años acudimos a las importantes ferias internacionales, no solo para hablar con los clientes, sino también para establecer contactos con los proveedores. Por ejemplo, recibimos nuestras tarrinas de una empresa italiana. Este año esperamos enviar 20 camiones de uvas de mesa en tarrinas a un retailer alemán", explica Ion.

Controlar toda la cadena
Además de la transición casi completa al cultivo de ciruelas en Ungheni y la plantación de 30 hectáreas de uvas de mesa en Costesti, Ion planea inaugurar un nuevo almacén de envasado más grande en un plazo de dos años. El nuevo edificio tendrá más espacio de refrigeración y albergará una línea de calibración que clasifica las uvas por tamaño, color, defectos externos y calidad interna. "La línea actual es versátil y flexible, pero requiere demasiada mano de obra".


Clasificación y envasado de uvas de mesa de la variedad Moldova.

"Ahora puedo llenar un camión diario con tarrinas, o dos camiones al día con cajas, pero la idea es duplicar la capacidad actual. Y el objetivo final es exportar exclusivamente fruta de cosecha propia y controlar toda la cadena de suministro, desde el cultivo al almacenamiento, pasando por la clasificación y el envasado. Tenemos incluso cierto control sobre el transporte, ya que trabajamos desde hace años con socios logísticos locales", manifiesta Ionas.

Ciruelas para vodka
La planta de envasado da trabajo a los empleados fijos durante casi todo el año. Cuando termina la temporada de la uva de mesa, a mediados de abril, solo queda un mes y medio hasta que empiece la campaña de las cerezas, a finales de mayo. Después se enlaza con el envasado de los albaricoques y luego las ciruelas hasta diciembre. "Si bien las ciruelas se pueden conservar en las cámaras frigoríficas hasta el mes de febrero, desde principios de enero el mercado afloja mucho. Este año, las primeras ciruelas Centenar se recogieron el 15 de julio, tres semanas antes de lo habitual. Para no desperdiciar ni una sola ciruela, incluso el producto de tercera categoría tiene un destino: las destilerías de vodka".


La tercera generación de la familia Ionas.

Incentivos
Ion admite que encontrar personal cualificado es todo un reto. "Sobre todo para trabajar en el campo. Como en nuestro sector no se obtienen grandes márgenes de beneficio, debemos calcular cuidadosamente los salarios. Aun así, queremos ofrecer a nuestros trabajadores un sueldo digno, por lo que este año hemos implantado un sistema de incentivos. En lugar de cobrar por hora, cobran por kilo cosechado", explica Ion.

De esta manera, los trabajadores más eficaces se llevan más dinero a casa; así, todos ganan, según Ion. "Los recolectores ganan más dinero y nosotros nos aseguramos de que toda la fruta se coseche a tiempo. Porque si la recolección de ciruelas tarda demasiado, los últimos volúmenes pierden calidad y se tienen que destinar a la industria procesadora. Este año conseguimos recoger 1.300 toneladas en diez días. Tanto los trabajadores estacionales como nosotros quedamos muy satisfechos. Ya nos han prometido que podemos contar con ellos la próxima temporada. Algunos vienen de hasta 100 km de distancia, pero nosotros organizamos el transporte", concluye Ion.

Ionex Trans cuenta con las certificaciones GlobalGAP, GRASP y SMETA, y estará presente en la próxima edición de Fruit Attraction en Madrid. Puedes encontrar la empresa en el stand de la organización sectorial Moldova Fruct (10D18).

Para más información:
Ion Ionas (director)
Ionex Trans Ltd
Costesti (Ialoveni) – Moldavia
Móvil: +373 699 611 88
[email protected]
https://ionex.md/en/

Fecha de publicación: