"En comparación con los países extranjeros, en Italia todavía es difícil transmitir la importancia de convertir las estructuras con techos piramidales, con una sola lámina por hilera, a las de techos semiflexibles, es decir, con dos láminas por hilera en su lugar, que pueden utilizarse en uvas de mesa, pero también en frutas de hueso. Un escepticismo que no da margen para el cambio, porque se piensa en lo complicado que es ofrecer diferentes disposiciones a los propios empleados, una mano de obra que a menudo es inestable, que cambia constantemente y a la que no conviene formar. Con los clientes extranjero –pienso por ejemplo en los situados en Arabia Saudí, California y el resto de Europa–, el enfoque es diferente y menos metódico".
Quien habla es Francesco Ruggia, de Retilplast, una empresa de Campania que fabrica mallas, láminas y lonas reforzadas para cubiertas tensadas y las vende en varios continentes, como Europa, Sudamérica, norte de África y Sudáfrica.
Aunque la gran inclinación del tejado ofrece una buena resistencia en caso de fuertes rachas de viento, el riesgo de que el aire se estanque más en este tipo de estructuras aumenta considerablemente. "El aire queda estancado en la parte superior del tejado, lo que provoca temperaturas más altas y una condensación excesiva, que causan enfermedades en la vegetación y los frutos, obligando a los agricultores a realizar más intervenciones fitosanitarias. Las altas temperaturas también provocan el aborto de las flores y frutos de tamaño desigual durante la fase de floración. La cubierta semiflexible, en cambio, permite el paso uniforme de la luz y una excelente circulación del aire, reduce la formación de condensación bajo la cubierta y garantiza una floración uniforme. Los resultados son más eficaces cuando se combinan con innovadoras láminas termoplásticas.
En cubiertas con dos láminas por hilera, un único tirante elástico de ø8 mm fija ambas láminas a la estructura, formando un sistema de unión en "Z libre". El sistema permite a las láminas evacuar el agua y, al mismo tiempo, elevarse ligeramente bajo la acción del viento.
"El objetivo, por tanto, no es solo cubrir, algo que se ha vuelto esencial sobre todo con el cambio climático, sino poder proteger los propios cultivos, interceptando y probando nuevos métodos y tecnologías estudiadas y diseñadas para especies específicas", concluye Ruggia.
Retilplast estará presente en Fruit Attraction en Madrid, en el pabellón 7 - stand E26.
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