La superficie dedicada al cultivo de patata en la provincia de Burgos ha experimentado un descenso considerable del 31% en la última década, pasando de 2.438 hectáreas en 2014 a 1.677 hectáreas en el presente año. Esta tendencia no es exclusiva de Burgos, ya que en toda Castilla y León la superficie ha disminuido de 20.699 hectáreas a 17.290 en el mismo intervalo. Valladolid y Salamanca destacan actualmente como las provincias con mayor superficie dedicada a este cultivo en la comunidad.
Según Daniel Bravo, responsable del sector de la patata en Asaja, la disminución en el número de personas dedicadas a este cultivo se debe a la fuerte inversión y la intensa mano de obra que requiere. La cooperativa Santa Isabel, a la que Bravo pertenece, ha tenido que unirse a otras dos cooperativas para poder comercializar el producto, ante dificultades como el alto coste de las semillas, los tratamientos y la escasez de mano de obra.
Luis Antonio García, productor de Quintanas de Valdelucio, señala la falta de relevo generacional y los numerosos problemas que ha afrontado el sector durante décadas, lo que ha contribuido al declive en la superficie cultivada. A pesar de estas complicaciones, la calidad de la producción de patata se mantiene, aunque los precios varían significativamente, lo que añade incertidumbre a la rentabilidad del cultivo.
Fuente: diariodeburgos.es