Las primeras batatas ecológicas de Baja Sajonia se cosecharon en la semana 39. "Tras las lluvias posteriores, ahora hemos hecho una breve pausa en la cosecha. No esperamos empezar con el grueso de los arranques hasta alrededor del 12 de octubre, ya que los tubérculos aún necesitan algo más de masa debido a las pocas horas de sol de la primavera y el verano", afirma Sönke Strampe, productor de batatas ecológicas con sede en Bad Bevensen. A diferencia de las patatas de mesa, la humedad no ha provocado problemas significativos de podredumbre o similares en las batatas.
En 2016, Strampe probó suerte con el cultivo de batata: tras el éxito de las primeras pruebas, la capacidad de cultivo fue aumentando ligeramente cada año, y ahora cultiva casi 10 hectáreas de este tubérculo. El objetivo es mantener esta capacidad por el momento, ya que falta espacio de conservación para seguir creciendo. "Nos hemos dado cuenta de que la demanda ha aumentado gradualmente a lo largo de los años. Por lo general, ofrecemos nuestras batatas hasta junio del año siguiente y volvemos a ver un aumento significativo de la demanda sobre todo a partir de la primavera, es decir, marzo-abril. Diciembre es el peor mes desde el punto de vista de la comercialización, ya que la mayoría de los platos navideños no tienen nada que ver con las batatas".
Sönke y Anna Strampe cultivan batatas ecológicas desde hace unos ocho años. Un hito en la historia de la joven empresa fue ser nombrados Agricultor Ecológico del Año en el Premio Ceres 2022.
Recuperación del mercado
Las batatas llegan a las mesas de los consumidores a través de varios canales de comercialización. Se suministran a mayoristas ecológicos seleccionados del norte y centro de Alemania, mientras que algunas de las producciones también se comercializan directamente a través de la propia tienda online de la empresa. "Ya ha habido muchos pedidos anticipados en la venta online, lo que sin duda es una buena señal. El año pasado, la inflación y el menor poder adquisitivo jugaron en contra, sobre todo en la segunda fase de la campaña. Sin embargo, como tenemos una clientela suficientemente amplia, pudimos absorber bien el golpe. Ahora notamos menos los efectos de la inflación, por lo que el mercado ecológico se ha recuperado en cierta medida", explica Strampe.
Strampe cultiva un total de cinco variedades de batata, entre ellas la principal, Orléans (en la foto), así como Bonita y Sakura.
Este agricultor ecológico empezó cultivando batatas, y más tarde añadió a su cartera la calabaza Hokkaido y la remolacha. "Además de Hokkaido, también intentamos cultivar calabazas espagueti, butternut y ornamentales. Sin embargo, la demanda de estas variedades era demasiado baja y el almacenamiento resultaba demasiado complicado. La última incorporación a nuestra gama ha sido la remolacha, que cultivamos por segundo año. A medio plazo, también estamos considerando añadir cebollas amarillas ecológicas a nuestra cartera", concluye Strampe.
Además de batatas, la empresa también produce calabaza Hokkaido y remolacha ecológicas en dos hectáreas cada una, lo que le permite mantener a su personal más tiempo.
Imágenes: Strampe Agrar GbR
Para más información:
Sönke Strampe
Strampe Agrar GbR
An der Aue 12
29549 Bad Bevensen
Teléfono: 0151/12113722
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