En un comunicado de prensa, la Union Nationale des Producteurs de Pommes de Terre (UNPT), organización que representa a los productores franceses de patata, denuncia la retirada de la metribuzina como "un nuevo ataque al sector de la patata".
La condena la decisión tomada por el Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos (Scopaff) a nivel europeo a principios de octubre de retirar esta sustancia, un herbicida "esencial" (a dosis muy bajas y en mezclas) en la gama de productos para el control de las malas hierbas de la patata, que por lo tanto ha sido prohibido a nivel europeo, con la retirada de las autorizaciones de comercialización en un plazo de 6 meses y un posible período de gracia de hasta 12 meses por Estado miembro. "Esta decisión pone sencillamente en peligro el futuro de la producción de patatas en Francia y en Europa".
Una cascada de prohibiciones
Esta retirada no es un caso aislado. Se inscribe en una tendencia preocupante de abandono de las herramientas de protección de los cultivos de patata. Tras la brutal retirada en los últimos meses de los fungicidas metiram y dimetomorfo a nivel europeo y nacional (sin periodo de gracia para Francia), ahora le toca el turno a la condena de la metribuzina a pesar de los repetidos llamamientos (desde 2023) de UNPT para garantizar la continuidad del uso de la sustancia. Estas decisiones ilustran el estrechamiento peligroso y en cascada de los medios de lucha contra las malas hierbas y las enfermedades fúngicas, en un momento en que aparecen nuevas resistencias en toda Europa. Al negarse a renovar estas sustancias cruciales (fungicidas, herbicidas, insecticidas), la Unión Europea empuja al sector hacia el estancamiento y el declive.
Una amenaza para la soberanía alimentaria de Francia
"UNPT se niega a que el sector de la patata se vea condenado por decisiones políticas y administrativas alejadas de la realidad sobre el terreno. Nuestros productores, ya bajo presión, ven cómo se reduce aún más su capacidad de proteger sus cultivos. Es hora de que el Gobierno francés asuma sus responsabilidades y defienda realmente nuestra soberanía alimentaria a escala europea. Pedimos a Francia que adopte una postura defensiva y pragmática sobre estas sustancias esenciales para el control de plagas, con el fin de garantizar un panel de protección que 'acabe' con la resistencia de plantas y hongos, manteniendo al mismo tiempo un statu quo socioeconómico viable para los agricultores. La deriva hacia el 'principio de precaución', sin soluciones alternativas, debe detenerse inmediatamente, de lo contrario el destino de la producción de patatas en Francia y Europa estará sellado".
En este contexto, UNPT reitera conjuntamente la necesidad de que los poderes públicos pongan en marcha un ambicioso plan nacional y europeo de lucha contra el mildiu de la patata, con medios viables y soluciones alternativas, así como el mantenimiento de todas las sustancias activas actuales en este plazo. Como recordatorio, un ataque incontrolado de tizón tardío supone la pérdida del 100% de la cosecha. Así pues, según la organización, es hora de cambiar la estrategia nacional y dar a los productores visibilidad y estabilidad en su gama de herramientas de control.
Para más información: unpt.fr
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