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Cómo la crisis del mar Rojo cambió rápidamente el destino de la campaña citrícola en Egipto

La campaña citrícola egipcia 2023-2024 arrancó con buen pie, con un telón de fondo positivo y un elevado estado de ánimo. La producción se caracterizaba por una mejor distribución de los calibres, mientras que la campaña anterior estuvo marcada por calibres demasiado pequeños. Los volúmenes habían aumentado, y el factor climático estaba causando serias dificultades a la competencia, al tiempo que tenía un efecto positivo en Egipto. Todo apuntaba a una buena temporada; sin embargo, la situación dio un vuelco en el espacio de unos días, complicando sin remedio la campaña. "Y es que estalló la guerra en Oriente Próximo y se desencadenó la crisis del mar Rojo, que llevamos arrastrando todo este 2024. Para la citricultura en particular, esta crisis supuso que la campaña perdiera toda rentabilidad", según el exportador egipcio Amgad Nessem.

Invitado sorpresa al inicio de la campaña
Nessem es el director de exportación de Al Teriak Farms, una empresa que produce y exporta cítricos y otras frutas. Así nos cuenta cómo ha vivido la temporada: "Las perspectivas de la campaña eran muy prometedoras porque por fin nos habíamos librado del problema de los calibres pequeños, que nos penalizó mucho la campaña pasada. Pero el panorama dio un giro repentino a finales de 2023, cuando la guerra se extendió por la región como un incendio. Lo que ocurrió después es de sobra conocido. En diciembre, Maersk anunció la suspensión de sus rutas en el mar Rojo, seguida de otras 13 navieras. Estábamos desarmados, a la espera de una rápida reanudación del transporte marítimo. Pero en enero de 2024, la industria estaba sumida en el pánico y el caos. Cuanto más nos acercábamos a junio, señal de la llegada de la mosca de la fruta y del fin de las exportaciones, más nos resignábamos a aceptar el destino de la campaña. Hacia el final de la campaña, las naranjas egipcias se exportaban al mismo precio que se pagaba en el mercado local".

Egipto aislado de la mitad de su mercado mundial, exceso de oferta en Europa
El mar Rojo separa a Egipto de más de la mitad de sus mercados de cítricos, entre ellos Arabia Saudí (y por extensión los mercados del Golfo), el tercer mayor mercado para las naranjas egipcias después de Rusia y Países Bajos, y otros mercados de Asia como India, Bangladés, China, Malasia o Hong Kong. Según Nessem, "en términos de volumen, estos mercados representan en conjunto más de la mitad de las exportaciones egipcias, es decir, más de 800.000 toneladas solo de naranjas si tomamos como referencia las cifras de la campaña pasada, teniendo en cuenta que los volúmenes de la presente han aumentado al menos un 25%. El golpe para los exportadores especializados en estos mercados es evidente, pero se ha extendido rápidamente al conjunto del sector".

El exportador prosigue: "Esto significa que todos los exportadores han tenido que recurrir a mercados limitados como Europa, que no puede absorber tales volúmenes. En El Teriak Farms exportamos exclusivamente a Europa, pero nos vimos atrapados en esta crisis ya en febrero, cuando la caída de la demanda afectó a nuestros programas. Tenemos la suerte de trabajar con clientes serios y respetables, y exportamos exclusivamente bajo contrato, pero hemos visto caer nuestros precios y las condiciones de pago se han complicado".

Las líneas marítimas que unen Egipto con Asia, a través del mar Rojo, se han vuelto inseguras para la mayoría de las navieras y se suspendieron enseguida a partir de diciembre, y las líneas alternativas dan el largo rodeo del continente por el cabo de Buena Esperanza. "En cuestión de tiempos de tránsito, se han duplicado, de una media de 28 días a más de 60 días. Los costes de transporte también se han duplicado. Hay que decir que las compañías navieras se han aprovechado plenamente de la situación. Como todos sabemos, no todas las compañías navieras están en el punto de mira de los ataques en el mar Rojo. Las nuevas compañías asiáticas sustituyeron a las tradicionales ya en marzo, pero siguieron siendo escasas y subieron sus precios exageradamente".

Las exportaciones a Arabia Saudí y los países del Golfo a través del mar Rojo se mantuvieron con ferris, pero su precio también aumentó tras dispararse la demanda, pasando de 2.000 a 6.000 dólares, según Nessem. Aunque el mercado del Golfo resulta atractivo al absorber grandes volúmenes, impone a los exportadores egipcios un duro régimen comercial y de pagos, y la crisis del mar Rojo no ha hecho sino agravar estas condiciones: exportaciones bajo comisión, que Europa imitó esta temporada tras el estallido de la crisis.

Demanda lenta, precios a la baja y mayores retrasos en los pagos
"Por razones que se me escapan, o digamos que, por razones culturales, los importadores saudíes imponen a Egipto un sistema de venta basado en comisiones. Es muy desventajoso porque es opaco y no hay forma de controlar los volúmenes vendidos. Este sistema solo se impone a los exportadores egipcios, a diferencia de Polonia, que exporta sus manzanas a Arabia Saudí, o de Sudáfrica, que exporta sus cítricos bajo contrato. Siempre hemos pedido a nuestros colegas egipcios que inicien la transición para salir de esta zona gris y rechacen este método de pago, que penaliza a toda la industria y la economía egipcias", explica Nessem.

"Esta temporada, debido a la crisis del mar Rojo, los importadores europeos, ante una oferta abundante, se dieron cuenta muy rápidamente de que podían imponer este método de comercio a los exportadores egipcios, ya en febrero", añade el exportador. "En los Países Bajos, por ejemplo, estimo que este método de pago ha aumentado al menos un 40% esta temporada en el sector de los cítricos. En cuanto a nosotros, en Al Teriak, como ya he dicho, tenemos la suerte de trabajar con clientes respetables, pero hemos sufrido indirectamente los efectos del exceso de oferta. Nuestras condiciones normales de pago han pasado del 80%-20% al 50%-50%. Los precios han bajado un 25% de media".

La crisis se atenuó por factores circunstanciales
Por fortuna, la crisis del mar Rojo coincidió con otras circunstancias atenuantes. En primer lugar, el cambio climático golpeó duramente a los competidores de Egipto, sobre todo a España. "Desde principios de año, reaccionamos a la crisis buscando nuevos mercados, y nos ayudó la falta de suministro de naranjas Navel y Valencia de España y otros orígenes competidores. Encontramos demanda circunstancial en varias partes del mundo, como Canadá, Argentina y Brasil. También en Europa encontramos salidas en Georgia, Letonia y Lituania. Recibimos también algunos pedidos de países africanos. Digamos que solo pudimos salvar la campaña, sin obtener beneficios, pero habría sido mucho peor si la producción española hubiera sido la habitual", reconoce Nessem.

La crisis también ha coincidido con una reforma monetaria en Egipto. El Gobierno ha puesto en marcha la liberalización del tipo de cambio de la libra egipcia frente al dólar, lo que ha provocado la devaluación de la moneda local. "Esto aumenta considerablemente nuestros costes, pero también funciona al revés. En general, lleva tiempo adaptarse a los efectos de la reforma, pero también aporta una gran estabilidad a la economía y significa que no tenemos que depender del mercado negro para abastecernos de dólares como antes. Marzo fue un mes difícil, pero empezamos a notar los efectos de esta estabilidad a partir de abril", comenta Nessem.

"La crisis del Mar Rojo no se resolverá ni política ni pacíficamente"
Muchos exportadores egipcios esperaban una rápida resolución de la crisis del mar Rojo, pero resulta que la crisis ha llegado para quedarse. Nessem no se hace ilusiones: "Por desgracia, la crisis del mar Rojo no se resolverá ni política ni pacíficamente. Hemos visto cómo las principales potencias mundiales intentaban poner fin a la suspensión de las rutas marítimas, antes de retirarse tranquilamente. La crisis del mar Rojo es solo una faceta de la guerra que se cierne sobre Oriente Próximo, y acabará ocurriendo lo inevitable. En el peor de los casos, esto supone la paralización de la actividad comercial. Mientras tanto, nos adaptamos y aprovechamos los puntos fuertes del sector citrícola egipcio, en particular el factor climático, que juega a nuestro favor".

¿Qué esperar de la próxima campaña? "Siendo optimistas, la crisis del mar Rojo seguirá con nosotros, lo que significa que la situación no ha empeorado", responde Nessem con sobriedad. "En cuanto a los cítricos, necesitaremos inevitablemente una disminución de los volúmenes egipcios, así como mucho trabajo para desarrollar nuevos mercados. Todavía hay potencial en mercados que aún no están plenamente desarrollados, como América, África y países europeos como Polonia".

Nota: Este artículo se publicó originalmente el 3 de octubre de 2024 en la revista Primeur en inglés y español con motivo de Fruit Attraction 2024. Desde la primera publicación de este artículo, las estadísticas oficiales de Egipto han mostrado una disminución de las exportaciones a los países asiáticos, un aumento de las exportaciones globales en volumen y una disminución de las exportaciones globales en valor por tonelada.

Para más información:
Amgad Nessem
El Teriak Farms
Tel.: +201 207 976 920
[email protected]
www.elteriakfarms.com

Fecha de publicación: