El invierno se presenta como un periodo crítico para el cultivo de las brásicas, como el brócoli, la coliflor y la col, especialmente en zonas productoras como Murcia, que alberga el 70% de la producción nacional. A pesar de una temporada de verano favorable gracias a las lluvias registradas, los productores se preparan para enfrentar las incertidumbres climáticas de los próximos meses.
Las brásicas, consideradas cultivos ideales para rotación con la lechuga, mantienen una demanda sólida en el mercado español. El brócoli, en particular, destaca como el producto estrella durante el verano, mientras que la coliflor anota un aumento significativo en la demanda, con un crecimiento del 60% en los últimos cinco años, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En el ámbito de las exportaciones, Murcia lidera con el 66% de las exportaciones de brócoli y coliflor del país, alcanzando 236.786 toneladas en 2023. Los principales mercados son Inglaterra, Alemania, Países Bajos, Francia y Polonia, con un valor de exportación que supera los 600 millones de euros a nivel nacional.
Las limitaciones de España para penetrar en mercados de Europa del Este, abastecidos principalmente por Egipto y Turquía, resaltan los desafíos competitivos. José Hernández Torres, experto en estos cultivos, subraya la importancia de que los países exportadores cumplan con las normativas europeas en materia de condiciones laborales y estándares de calidad.
El invierno podría traer una campaña de producción considerable en regiones como Navarra, Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía, gracias a un año favorable de lluvias. Sin embargo, Murcia enfrenta un panorama menos alentador, con problemas de sequía que podrían reducir la plantación y afectar a la disponibilidad de producto en el mercado.
Los sistemas de riego con agua salina no ofrecen una solución viable, ya que pueden retrasar la producción y alterar las características del producto. Ante la posibilidad de una continuada falta de lluvias, se prevé una escasez de brásicas en el mercado, lo que pondría en riesgo la sostenibilidad de la producción en la región más prolífica del país.
A pesar de los desafíos, el cultivo de brásicas se mantiene como un pilar en el mercado de hortalizas, con una demanda creciente tanto a nivel local como internacional, lo que subraya la necesidad de cuidar y defender este sector vital para la agricultura española.
Fuente: ecomercioagrario.com / Revista ECA Fruits