La pitahaya, una fruta rica en vitaminas y minerales, ha dejado de ser exótica para convertirse en un producto de alta demanda, aunque enfrenta una competencia creciente, especialmente de Asia. "Vietnam fue uno de los primeros en comercializarla, pero la pitahaya es originaria de América", explica Mariano Zambrano, CEO de Agrotrader Manabí S.A. Sin embargo, uno de los principales retos es la sobreproducción: "La producción en Ecuador está un 300% por encima de lo que deberíamos tener para comercializar este producto eficientemente", comenta.
Zambrano destaca que el mercado principal de la pitahaya es Estados Unidos, donde se envía el 90% de la producción de la empresa. Sin embargo, también están presentes en Europa, aunque en menor proporción (10%). A pesar de las dificultades climáticas, como el fuerte invierno que afectó la producción este año, Agrotrader Manabí logró exportar alrededor de 1.000 toneladas. "Tuvimos que recuperar nuestras plantas tras dos meses de lluvias intensas, pero seguimos en crecimiento", señala el CEO.
Uno de los principales desafíos de Agrotrader Manabí radica en la logística. La pitahaya es altamente perecedera y requiere un transporte ágil. "El transporte aéreo se ha duplicado debido a la temporada de exportación de rosas y bananos en Ecuador, lo que limita el espacio disponible para otros productos", destaca Zambrano. Además, menciona las dificultades recientes por huelgas en los puertos estadounidenses, lo que retrasó los envíos.
En términos de sostenibilidad, Agrotrader Manabí ha adoptado prácticas responsables. La empresa cuenta con una hacienda de 340 hectáreas, de las cuales 200 están dedicadas a la reforestación con especies nativas en peligro de extinción. "Nos preocupamos por el medio ambiente y buscamos minimizar el uso de químicos en nuestros cultivos," enfatiza Zambrano, quien también menciona que la empresa cuenta con la certificación GlobalGAP, garantizando prácticas agrícolas sostenibles y de calidad.
La empresa ha comenzado a exportar directamente a Estados Unidos, rompiendo con la tradición de vender a través de intermediarios. "Estamos fortaleciendo contactos en ferias internacionales como las de Madrid y Hong Kong para expandir nuestros mercados", afirma Zambrano. No obstante, el CEO considera que el crecimiento de la producción de pitahaya en Ecuador ha alcanzado su límite y sugiere explorar otras oportunidades agrícolas para mantener la competitividad.
Zambrano destaca la importancia de no enfocarse exclusivamente en la venta de productos en bruto, sino en agregar valor a través de derivados como aceites y perfumes, una estrategia que han comenzado a implementar con el cacao y que están explorando con otras frutas como el limón. "Con menos peso estamos recibiendo mayores divisas", comenta Mariano, señalando que este enfoque no solo mejora la competitividad en los mercados internacionales, sino que también genera más empleos para la población local. "Es crucial no competir solo con productos crudos, porque además así conseguimos trabajo para más gente", concluye.
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