Las primeras lluvias estivales de Limpopo han lavado el polvo de las vides de uva de mesa del valle de Loskop, impulsando su crecimiento, pero se espera que su temporada de uva de mesa comience unos diez días más tarde. Es la segunda más pequeña de las cinco zonas de producción sudafricanas, pero la más temprana.
A la derecha: La cosecha de uvas blancas sin pepitas Early Sweet de Schoonbee comenzará a finales de la semana 45.
Todos los años, se compite con los productores de uva de Namibia por ser los primeros, y el cambio al hemisferio sur va a ser antes este año, según Gert Upton, de Schoonbee Landgoed, donde es director de marketing, tras una temporada de cítricos que considera heterogénea, con volúmenes de producción más bajos, un largo suministro de naranjas egipcias y limones chinos y españoles, y caracterizada por reacciones lentas del mercado hasta el final.
Las heladas extremas de julio, que congelaron algunos árboles de cítricos de las zonas bajas del valle de Loskop y más allá, tuvieron un efecto menos grave en las vides.
El sector sudafricano de la uva de mesa publicó a principios de mes una primera estimación de cosecha de 76,4 millones de cajas de 4,5 kg, un 1% más que en la temporada anterior. "Creo que habrá más modificaciones", prevé Upton. "Hace poco hablé con un exportador de uvas de Orange River que me dijo que habían restado inmediatamente otro 10% de la estimación inicial para su región".
Perú es un gran competidor durante la temprana temporada de uvas de Sudáfrica, pero su cosecha es de tres a cuatro semanas más tarde; las últimas cifras de la semana 42 muestran que su reducción en el envío a Europa fue de un solo dígito, pero a EE. UU. Perú había enviado un 87% menos de uvas, ya que EE. UU. tiene producción propia.
El problema del mar Rojo no va a ninguna parte, según Upton, y los productores de uva van a ser muy cautelosos, especialmente los indios, que se vieron muy perjudicados el año pasado por un fuerte aumento de los costes y la obligación de navegar por el cabo de Buena Esperanza, que ya ha causado un vertido de petróleo y la caída de contenedores por la borda durante las tormentas de invierno. Se lo pensarán dos veces antes de enviar demasiado a Europa, y barajarán antes otras opciones más cercanas a casa.
La reducción de uvas libanesas e israelíes en la región del Mediterráneo y Oriente Medio creará oportunidades para Sudáfrica y la India.
En dos semanas, estas uvas Early Sweet estarán listas para la cosecha.
Las uvas tempranas sostienen a las tardías
Los retailers nacionales dejarán de importar uvas españolas más tempranas, pues, como indica Upton, la calidad no ha sido muy buena este año debido al calor extremo y a las precipitaciones en el sur de Europa. El encargado de la compra de uva de un retailer coincide con esta valoración, y añade que las uvas egipcias, en cambio, han tenido una buena temporada en Sudáfrica.
Las tarrinas de uva importada se venden a entre 55 y 75 rands (2,9-4 euros), un precio desorbitado desde el punto de vista de la mayoría de los sudafricanos, pero Upton, dice, entiende el porqué, pues hay que considerar los costes de llevarla hasta el destino y luego el factor del desperdicio.
"Las uvas blancas se van a acabar rápido, las rojas seguirán un poco más, y el mercado se decantará antes por el producto sudafricano", adelanta.
Tradicionalmente, tres semanas después del inicio de la temporada de la uva sudafricana, los precios alcanzan la horquilla ideal, cuando la oferta y la demanda se corresponden y los viticultores ganan lo suficiente para reinvertir en las explotaciones y los almacenes, y no solo para sobrevivir. Pero después de Navidad, en torno a las semanas uno y dos, el precio de la uva cae "y entonces perdemos dinero hasta el final".
Las uvas tempranas sostienen a las uvas tardías, afirma con franqueza Upton, y no es algo exclusivo de este sector. El año pasado la temporada empezó bien, pero toda la fruta envasada después de la semana 51 experimentó mucha presión en el extranjero.
El corte de la uva roja empezará en la semana 46.
"El mercado local tiene que ser una opción"
"Nuestro problema es lo cambiante de nuestro clima, un problema compartido con el Cabo Occidental: si no pueden cargar nada en la semana 4 porque el viento sopla sin parar, entonces los mercados locales o más cercanos, lejos del puerto de Ciudad del Cabo, tienen que ser una opción".
Y la gran distribución local debería apoyar al sector sudafricano de la uva, no aferrarse a las uvas namibias más tiempo del necesario, insiste Upton. El apoyo a los productores sudafricanos y a los productos de temporada debería ser lo primero, pero algunos retailers siguen importando uvas de Namibia, afirma, cuando incluso el valle del río Hex, en el Cabo Occidental, está cosechando sus uvas.
Nuevos productos a partir de residuos alimentarios
El desperdicio de alimentos generado en los últimos años a raíz de una cadena logística enrevesada y las nuevas obligaciones de sostenibilidad, como la reducción de la velocidad de navegación, han dejado a Schoonbee Landgoed con una importante cantidad de fruta sin futuro.
A la derecha: La gama Grape Chewies se elabora deshidratando Sable Seedless®, Crimson y Cotton Candy™.
Para llegar a un destino como Malasia, explica Upton, el tiempo de envasado, puerto y envío ha pasado de unos 18 días a hasta 35 días. "Mi producto tiene una vida útil desde el envasado de 45 días; si al viaje le añadimos 10 días más, el desperdicio alimentario es tremendo. Yo cultivo el producto igual que siempre, solo que tarda más en llegar, y ahora tengo que trabajar un 20% más y tirar el 10%".
Por eso, en lugar de esperar a las reclamaciones, Schoonbee se esforzó mucho por reimaginar el futuro de la fruta desechada, trabajando con su desarrolladora de productos interna Cornelia van Zyl y su equipo. Han estado vendiendo sus chips de cítricos y caramelos de fruta a través de su tienda online junto con otros productos para representar toda la producción agrícola del valle de Loskop. La tienda culinaria Yuppiechef también ofrece online la línea de productos de Schoonbee.
Los caramelos de uva, por ejemplo, no son pasas, dice, y se elaboran de forma totalmente distinta: las bayas se cortan en rodajas lo bastante gruesas para que permanezcan húmedas y se colocan en un deshidratador. El proceso estéril permite prescindir de conservar la fruta con dióxido de azufre.
La fruta liofilizada reduce el porcentaje de residuos alimentarios.
Para más información:
Gert Upton
Schoonbee Landgoed
Tel.: +2713 262 4000
[email protected]
schoonbee.co.za