Según afirma Panagiotis Georgoulis, propietario de Georgoulis Glykopatates, empresa especializada en la producción y envasado de batatas en Messinia, Grecia, acabaron de cosechar las últimas batatas la semana pasada. Según él, los campos han ofrecido últimamente un mayor volumen, pero en general la temporada se ha caracterizado por un rendimiento medio. "Por ahora, sacamos en torno a 30 toneladas por hectárea, pero el rendimiento global de la temporada se sitúa entre 20 y 25 toneladas por hectárea. Esto se debe a que hemos tenido problemas por el calor extremo de los últimos meses. Los precios al productor se sitúan actualmente en 0,70 euros/kg, que es un precio justo e incluso bueno si eres un agricultor con mayor rendimiento".
Una vez terminada la cosecha, su atención se centra ahora en la comercialización de sus existencias, y Georgoulis se muestra optimista al respecto. "Colaboramos con una importante cadena de la gran distribución que opera en toda Europa, por lo que nuestros productos se comercializan tanto en el mercado nacional como en mercados extranjeros, como Rumanía y Bulgaria. Observamos una fuerte demanda, así que creemos que nuestras existencias se agotarán a mediados de marzo, que es bastante pronto. Nuestra empresa cuenta con una moderna planta de envasado, debidamente equipada para cumplir las estrictas normas de las cadenas de supermercados europeas. Estamos abiertos a nuevas colaboraciones, incluso de carácter puntual, pero este año no hay suficiente producto para expandirnos".
El cultivo de la batata está ganando popularidad entre los productores de Mesenia, que constituye el corazón de este cultivo en Grecia. "Hace solo seis años solo había aquí dos hectáreas y hoy la superficie de cultivo alcanza unas 120 hectáreas. Es un cultivo muy atractivo, dado que necesita pocos tratamientos durante su fase de crecimiento. Es casi un cultivo ecológico", afirma el propietario de Georgoulis Glykopatates, pionera en el sector griego de la batata. "Estamos interesados en ampliar nuestras plantaciones de batatas, pero lo que nos preocupa es que necesitan mucha agua, ya que son una hortaliza de verano. Este es el factor que puede frenar su expansión global en nuestra zona, ya que existe incertidumbre sobre la futura suficiencia hídrica", concluye Georgoulis.
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