En esta semana de vacaciones de otoño, el mercado de productos exóticos está algo más tranquilo en Bélgica. "Las ventas siempre se debilitan un poco en esta semana, pero en las próximas volverán a repuntar", explica Ive Lambert, de la importadora Starfruit, que señala que en el futuro será cada vez más difícil ofrecer productos de nicho en el segmento de las frutas exóticas.
"En el caso de los mangos, el mercado parece haberse calmado de nuevo", comenta el comerciante. "A causa de la baja oferta, los precios eran demasiado altos y el mercado empezó a bloquearse. Hubo un punto de inflexión y los precios volvieron a bajar. Mientras tanto, los volúmenes están subiendo de nuevo, sobre todo de Brasil. En las próximas semanas se iniciarán algunas promociones que harán que todas las cantidades disponibles encuentren una salida al mercado. A partir de la semana que viene también empezaremos a cargar mangos en Perú".
"Además, en aguacates, de momento el suministro no es muy grande", continúa Ive. "Y es que Perú terminó antes que el año pasado, además de haber enviado volúmenes bastante menores. Como consecuencia, los precios han subido en las últimas semanas. En las próximas semanas, preveo un ligero aumento de precio para algunos calibres hasta que lleguemos a un punto de nivelación en el que los volúmenes de otros orígenes vuelvan a aparecer en el mercado", añade.
"Todavía habrá dificultades de suministro durante unas semanas, pero Marruecos ya está enviando producto y España hará su aparición en el mes de noviembre. Cuando ambos países estén en plena producción, habrá algo de presión. Colombia también está empezando a cargar algunos contenedores, pero no se trata de grandes volúmenes. Por último, está Chile, pero en los últimos años este origen ha resultado bastante caro para el mercado europeo. Además, la demanda interna es muy alta y en términos de costes logísticos, les conviene más dirigirse al mercado estadounidense", detalla Ive.
Problemas de disponibilidad
"Las normas exigidas por las cadenas de supermercados europeas no hacen sino dificultar la importación de frutas y hortalizas. Cada vez se exigen más certificados, lo que lleva a los exportadores a pensar: 'Hasta aquí. Enviaremos nuestros productos a partes del mundo donde hay menos requisitos y a menudo incluso mejores precios'", explica Ive.
"Sobre todo en los productos de nicho, eso va a marcar la diferencia. Y es que las certificaciones cuestan mucho dinero. Si el coste de las certificaciones asciende a 40.000 euros por año y solo se exportan 80.000 cajas, por ejemplo, se paga medio euro por caja solo en gestión de certificaciones. Esto no es rentable", prosigue.
"Incluso en productos como el aguacate, Chile se decanta cada vez más por el mercado estadounidense. Y lo entiendo, ya que los costes son más bajos, el papeleo y el riesgo en cuanto al transporte son menores y los rendimientos mayores. Lo vimos también a principios de año en las granadas, que no se enviaron a Europa".
El comerciante está convencido de que la disponibilidad de productos va a convertirse en un problema, también a causa del cambio climático. "Las generaciones futuras tendrán que lidiar con esta situación. A los agricultores de aquí se lo ponen cada vez más difícil con las normas y, por otro lado, en lo que respecta a las importaciones, también imponemos cada vez más normas, por lo que los exportadores nos dejan de lado. En algún momento, esto llevará a una situación de escasez, hasta el punto de que los alimentos se vuelvan realmente inasequibles. Estoy convencidísimo".
Para más información:
Ive Lambert
Starfruit Company
Werkhuizenkaai 112-154
Bruselas (Bélgica)
Tel.: +32 (0)2242 0876
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