El grupo Westhof Bio recuerda un año difícil para el cultivo de tomates y pimientos. Las condiciones meteorológicas extremas, con una inusual escasez de luz solar, y el aumento de los costes de energía y mano de obra pusieron a prueba el cultivo de hortalizas. A pesar de esta difícil situación de partida, el equipo consiguió mantener los rendimientos a un nivel estable gracias a la tecnología más avanzada, las inversiones con visión de futuro en energías renovables y una gestión meticulosa de los cultivos, sin perder de vista los principios de la agricultura ecológica.
"La falta de luz en la fase crucial de crecimiento, desde la plantación hasta el comienzo del verano, fue entre un 40% y un 50% inferior a la media de los últimos diez años", explica la directora de la explotación, Kathleen Schmidt. "Como el uso de luz artificial no está permitido en la agricultura ecológica, la temporada de cosecha, desgraciadamente, empezó tarde este año, con un déficit de rendimiento de unos 2 kg por metro cuadrado en comparación con el año anterior". No obstante, Schmidt se muestra satisfecho: "Los tomates y pimientos de buen sabor necesitan un suelo sano, mucho sol y temperaturas moderadas, y con la ayuda de nuestros invernaderos de alta tecnología podemos compensar, al menos parcialmente, las fluctuaciones meteorológicas".
Calefacción innovadora y climáticamente neutra
Sin embargo, las condiciones de luz reducida no solo aumentan el riesgo de pérdidas de rendimiento, sino también la presión infecciosa de los hongos nocivos, ya que los tejidos blandos de las plantas se vuelven más susceptibles. El tratamiento químico no es una opción en la explotación de Bioland, y, en su lugar, se confía en un innovador sistema de calefacción climáticamente neutro que se adapta al clima exterior en tiempo real y regula así la humedad para mantener a raya las infecciones fúngicas. El grupo Westhof Bio utiliza el calor residual de su propia planta de biogás, alimentada con hierba de trébol y hortalizas no comercializables cultivadas en la finca.
La presión económica sobre la producción nacional también es elevada. "La competencia del sur de Europa, sobre todo de España, se beneficia de salarios bajos y de una normativa medioambiental más laxa, lo cual nos ejerce mucha presión aquí en Alemania", explica Schmidt. Sin embargo, subraya: "¿De qué sirve el precio supuestamente bajo para el consumidor si en España se explotan los recursos hídricos, la naturaleza y la mano de obra para ofrecer aquí tomates ecológicos baratos?". Los clientes del grupo Westhof Bio aprecian la calidad controlada y la seguridad de suministro de la región. La proximidad permite una trazabilidad perfecta y garantiza que los productos proceden de los invernaderos de la empresa familiar de mayo a noviembre.
Creciente concienciación sobre los alimentos producidos de forma sostenible
Con el final de la temporada de cosecha de este año y la salida de las últimas plantas de tomate y pimiento del invernadero en las próximas semanas, el grupo Westhof Bio se muestra optimista de cara al futuro. "A pesar de todas las crisis, podemos ver que la concienciación sobre los alimentos producidos de forma sostenible sigue creciendo", afirma Kathleen Schmidt. "Estamos dispuestos a poner de nuestra parte para seguir ofreciendo alimentos sanos y respetuosos con el medio ambiente en el futuro".
Imágenes: Westhof Bio-Gemüse GmbH & Co. KG
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