Mientras que en la campaña 2015-2016 se exportaron 12.951 toneladas de arándanos frescos desde Perú, en la campaña 2023-2024 esa cifra fue de 224.889 toneladas. Esto convierte a Perú en el mayor exportador mundial de arándanos por tercer año consecutivo, según Proarándanos. Los berries peruanos llegan a un total de 31 destinos. La mayor parte de los arándanos se exporta a Estados Unidos, que en 2021-2023 fue de 123.000 toneladas, lo que representa el 55% de las exportaciones totales. El 30% se destinó a Europa: 69.000 toneladas, mientras que Asia importó 27.000 toneladas (12%).
El enorme crecimiento de las exportaciones en menos de 10 años, sin embargo, no quita que se produjera un descenso de las mismas en la campaña 2023-2024, según informa el USDA. Debido a las condiciones meteorológicas (incluido un ciclón y las cálidas temperaturas invernales derivadas de El Niño), en 2023-2024 se exportaron 165.000 toneladas, un 43% menos que en la temporada anterior. A pesar de ello, Perú se mantuvo como el primer exportador de arándanos. En la campaña 2022-2023, Países Bajos fue el segundo importador de arándanos peruanos, después de Estados Unidos y por delante de China.
La campaña se acelera
"La previsión para la campaña actual es comparable a la del año pasado", dice Horacio Ozer Ami Giménez, copropietario de ByBlue, que se dedica a los arándanos, con importaciones, entre otros orígenes, de Perú. En su opinión, la producción empezó lenta esta campaña, pero ahora se está acelerando. "Debido a la escasez del año pasado, los productores quisieron alargar la temporada y no podaron en la época habitual, en diciembre. Además, las condiciones meteorológicas al principio de la primavera no eran favorables. Ambos aspectos han provocado que esta temporada haya comenzado con retraso".
Horacio espera que los volúmenes de arándanos de Perú se sitúen entre el volumen del año pasado y el de hace dos años. "Puede que la producción no se haya recuperado al 100%, pero sí bastante". No obstante, menciona que la curva de oferta es completamente diferente a lo que solía ser. "El pico será un poco menor y estará más repartido en la parte final de la curva. Podría coincidir con la primera parte de la temporada de arándanos chilenos". La situación de la oferta también influye en el precio. "El precio es desorbitado, pero espero que baje a medida que crezcan los volúmenes en noviembre y diciembre. Más avanzada la temporada, espero que los precios sean equilibrados y razonables tanto para los productores como para el mercado".
Desarrollo de herramientas
El descenso de la producción de arándanos peruanos en la última campaña se debe, según Horacio, al fenómeno meteorológico de El Niño. "El año pasado fue la primera vez que Perú experimentó El Niño con esta cantidad de hectáreas de arándanos y debido a este alto volumen de producción el impacto fue mucho mayor que antes. La versión anterior del fenómeno meteorológico fue hace ocho años y en ese entonces la superficie de arándanos era mucho menor. La buena noticia es que vemos que los productores están desarrollando herramientas para superar este tipo de situaciones en el futuro".
Se trata de un aspecto importante, pues Horacio observa que, a pesar del gran crecimiento de los últimos años, el mercado mundial del arándano sigue creciendo. "Dependiendo del mercado, el crecimiento se sitúa entre el 8 y el 10 por ciento, e incluso puede llegar al 20 por ciento en mercados relativamente nuevos que empezaron a consumir arándanos en los últimos años, como por ejemplo India o los países de Oriente Medio. Pero también en el sur de Europa, en países como Portugal y España, el consumo de arándanos es mucho mayor que en el pasado. Por tanto, el crecimiento sigue siendo un tema candente en el mercado del arándano".
Expansión de la producción
Allí donde crece el consumo, también hay margen para ampliar la producción. Dependiendo de la ventana de oportunidad, Horacio ve todavía posibilidades en Perú. "Comparado con otros países, Perú tiene un clima muy estable, acceso a la tierra y al agua. Además, el mercado ha sido desarrollado tanto por empresas privadas como por el Gobierno, lo cual ayudó mucho a expandir el negocio por todo el mundo. Además, Perú tiene una ventana de producción bastante larga, entre mayo y marzo. Esto brinda a grandes empresas e inversores la posibilidad de invertir en Perú y poder ampliar el negocio muy rápidamente".
Pero, además, Horacio observa que también están entrando en el mercado nuevos orígenes de producción. "Vemos un crecimiento de la producción todavía en Sudamérica, pero también en Asia, África y países de Europa del Este". Aunque la producción de arándanos suele empezar con las miras puestas en la exportación, para ByBlue también es beneficioso desarrollar el mercado local. Es el caso, por ejemplo, de Polonia: "Alrededor del 90% de los arándanos de Polonia se destinaban al mercado de exportación, pero ahora vemos que se exporta entre el 50% y el 60% y el resto se queda en el país para el consumo nacional".
Desarrollo del consumo local
Horacio considera que esta evolución también contribuye a elevar el consumo local una vez terminada la temporada. "La gente se está acostumbrando a encontrar berries a un precio razonable durante la temporada local y quiere seguir consumiendo arándanos durante el invierno. Además, cuando se empiezan a producir arándanos en una nueva región del país, aumenta la infraestructura para procesarlos, por lo que los importadores locales tienen la posibilidad de importar berries una vez terminada la temporada a fin de seguir atendiendo a sus clientes nacionales".
Y a medida que crece la producción, local o no, también lo hace la disponibilidad, lo cual, advierte Horacio, conlleva sus propios retos. "Como la disponibilidad crece cada año, las expectativas son mayores que antes, y esto ejerce una presión adicional sobre las especificaciones". Es ahí donde la genética (un campo en el que ByBlue también está activo) entra en juego. "Ahora vemos mucha disparidad en cuanto a calidad y sabor entre unos orígenes y otros, pero esperamos que en los próximos años el arándano pueda ser más estable y predecible en términos de calidad de consumo".
Nueva genética
Debido al rápido desarrollo de las variedades de arándanos, ByBlue observa que la rotación de las plantas es cada vez mayor. "Antes, los arbustos de arándanos se sustituían al cabo de 10 a 15 años, pero ahora se sustituyen cada 6 u 8 años gracias a las nuevas genéticas, que mejoran el rendimiento y la calidad de la fruta. Eso consigue que la producción sea más dinámica y también más intensiva en capital".
Otro aspecto de la producción que está cambiando es el sistema de producción. "Mientras que antes los arándanos se cultivaban directamente en el suelo, ahora estamos pasando a una producción más intensiva en macetas. Así se puede obtener el mismo rendimiento por hectárea utilizando solo la mitad de agua y fertilizantes, de forma que los arándanos son más respetuosos con el medio ambiente que otras frutas. Son buenas noticias para el negocio", concluye Horacio.
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