El domingo y el lunes se registraron las temperaturas más altas de los últimos años en la provincia sudafricana de Mpumalanga y en el sur de Mozambique.
"En Kiepersol registramos 42 °C, algo insólito para esta época del año, y nuestros frutos jóvenes han sufrido tremendas quemaduras solares", lamenta un productor de aguacates. "Es muchísimo trabajo recoger la fruta dañada. Como la fruta era joven, su calidad interna está tan dañada que no puede recuperarse".
Se calcula que los daños causados por el granizo y las quemaduras solares en los campos de Kiepersol afectan a entre el 20% y el 40% de la fruta joven.
El productor calcula que se ha perdido el 20% de la cosecha, en especial la de la parte occidental de los árboles. Se puede proteger la fruta con un protector solar que refleja la luz del sol, pero no es una garantía y la lluvia lo elimina.
Patrick Caetano, de Koeltehof Packers, en Kiepersol, concuerda en que en la próxima cosecha habrá una mayor prevalencia de quemaduras solares, haciéndose más notorias en enero y febrero, y que la cantidad de fruta exportable será menor.
"La tormenta de granizo dañó alrededor del 40% de nuestra cosecha. Primero recibimos un buen golpe del granizo y luego salió el sol, que quemó la fruta. Es un tiempo muy extraño; ha pasado de caluroso y seco a fresco y lluvioso hoy".
Los aguacates golpeados por el granizo han sido rociados con cobre para proteger las marcas que ha dejado la piedra contra la infección por hongos. Koeltehof empieza a empaquetar aguacates a mediados de marzo.
"Va a ser duro en los almacenes de envasado clasificar toda esa fruta durante la próxima temporada", reflexiona. "La tormenta de granizo pasó por nuestra zona, pero algunos agricultores solo tuvieron granizo y lluvia ligeros, así que fueron afortunados".
El Servicio Meteorológico de Sudáfrica ha señalado que la posibilidad de olas de calor sigue siendo probable para lo que queda de verano.
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Patrick Caetano
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