El suministro de batatas de Misisipi ha mejorado este otoño y "pinta muy bien", en palabras de Lindsey Edmondson, de Topashaw Farms Packing. "Al principio pensábamos que la cosecha iba a ser corta debido a la falta de lluvias, pero el huracán (Francine) nos dejó la cantidad justa para aumentar el rendimiento", apunta.
La cosecha ya ha terminado, en "fechas similares a las del año pasado, porque solo llovió durante ocho días desde el principio hasta el final de la cosecha", continúa Edmonson. "El tiempo seco no ha sido lo mejor para las batatas, pero ha llovido cuando lo hemos necesitado y hemos podido terminar más o menos en el mismo momento que el año pasado".
En general, la superficie dedicada a la batata es similar a la del año pasado en Misisipi, un estado que produce una variedad más dulce, la Misisipi Beauregard.
Aumento de la demanda antes de Acción de Gracias
En cuanto a la demanda, está repuntando, gracias en parte a que los consumidores son cada vez más conscientes de los efectos que las batatas tienen sobre la salud. "La demanda en Acción de Gracias está en torno a la media y es más o menos la misma que el año pasado", afirma Edmondson, que añade que, tras Acción de Gracias, es probable que la demanda se reduzca un poco durante dos semanas antes de volver a repuntar de cara a Navidad. Estas dos fiestas son las de mayor demanda de batatas.
Mientras tanto, los precios bajan. "Intentamos subirlos porque los costes han subido, ahora está todo muy caro", y la amplia oferta procedente de otras regiones productoras de batatas lo están complicando, indica Edmondson. "Todavía estamos en la línea de precios del año pasado por estas fechas, tal vez incluso algo por encima para cubrir algunos gastos".
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