El suministro de aguacates mexicanos lleva actualmente un mes de retraso con respecto a los niveles habituales, aunque se está recuperando gradualmente. "Hemos tenido aproximadamente cuatro semanas de lluvia constante, lo que ha sido beneficioso", según Rob Ybarra, vicepresidente ejecutivo de Villita Avocados, después de un verano marcado por un calor extremo. "Desde el inicio de la nueva temporada, el sector lleva un mes de retraso".
Se espera que las recientes lluvias mejoren el calibre de los aguacates de la cosecha mexicana aventajada. Esos tamaños más grandes deberían empezar a aparecer en enero-febrero, justo para la temporada de mayor demanda en torno al Super Bowl. "Esperábamos una mejor distribución de tamaños a mediados de noviembre, con prevalencia de los tamaños más grandes", dice Ybarra, que prevé un aumento de los calibres 32, 36 y 40 en diciembre.
Otros factores que influyen en este retraso son el requisito de materia seca del 24% y las recientes fiestas nacionales, que interrumpieron la recolección y el empaquetado durante dos días.
Aumento de la demanda
La demanda de aguacates también está repuntando. "En las próximas dos semanas prevemos una fuerte actividad comercial. Estamos recibiendo grandes pedidos, lo que nos sitúa en una posición favorable", afirma Ybarra. Ybarra prevé un fuerte volumen de ventas durante las dos próximas semanas, a pesar de que Acción de Gracias suele ser una época de más lentitud, seguida de una semana más tranquila.
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