Las condiciones meteorológicas han provocado algunos problemas en la producción de cítricos en Grecia esta temporada, como señala Spiros Tampakis, propietario de la exportadora Tampakis Fresh. "Esta campaña ha sido un verdadero reto. Las lluvias de primavera fueron escasas y después llegó un verano muy seco y excepcionalmente caluroso. De hecho, ha sido el verano más caluroso jamás registrado. Esta situación meteorológica trajo consigo más problemas, como infestaciones de plagas de araña roja y pseudococos a finales de verano. El cambio climático está aquí y tenemos que adaptarnos, porque los recursos hídricos están disminuyendo y los patrones meteorológicos del Mediterráneo muestran un cambio hacia lo extremo. Además, se necesitan nuevas sustancias activas mejoradas para el control de plagas".
Tampakis explica que su empresa ha invertido en una nueva variedad procedente de Chile y empezará a plantar los árboles este año. "Nos centramos sobre todo en variedades de mandarina fáciles de pelar. Hemos estado invirtiendo en nuevas variedades de mandarina como Valley Gold, que es una fruta de media estación de alta calidad, y estamos tratando de completar el hueco que queda entre las variedades tempranas y las tardías. Este año invertiremos en una plantación de un nuevo y prometedor cultivar de clementina procedente de Chile, Clemenluz Andes. También seguiremos invirtiendo en nuevas estructuras permanentes de malla en nuestras plantaciones de cítricos, para asegurarnos de que la fruta no desarrolle semillas y también para reducir los efectos de las inclemencias del tiempo. Estas estructuras cuestan mucho dinero, pero a la larga compensan".
En general, la producción de cítricos es inferior o similar a la de la temporada anterior, explica Tampakis. "La producción griega de naranja Navel es aproximadamente un 30% inferior a la del año pasado, pero con mejores calibres. Las variedades de naranjas más tardías están más o menos igual que el año pasado en cuanto a producción. En lo que respecta a las mandarinas, la producción ha menguado un poco en comparación con el año pasado, aproximadamente un 10%. La demanda es fuerte en estos momentos, pero en la última década siempre han surgido problemas, ya fuera por una anomalía meteorológica, como la que hemos presenciado recientemente en Valencia, o por la competencia de terceros países como Egipto, que ofrecen precios irrisorios. El agricultor europeo necesita que lo respalden desde Bruselas porque la competencia es encarnizada y la legislación se está endureciendo hasta unos niveles absurdos, pero solo para las empresas de la UE. Tenemos que cambiar esto si queremos depositar nuestras esperanzas en una nueva generación de agricultores".
En general, los cítricos griegos van bien, pero el país sigue dependiendo de otros países para la investigación, afirma Tampakis. "Los cítricos griegos van ganando terreno poco a poco en el mercado europeo, a medida que más productores y envasadores se van interesando en el cultivo de calidad. Se necesitan nuevas variedades mejoradas para que el sector siga siendo competitivo y muestre las ventajas de la tierra griega. Por desgracia, los fondos para investigación y desarrollo en Grecia son prácticamente inexistentes, por lo que tenemos que buscar en España o Sudáfrica para modernizar nuestras empresas, ya sea a través de nuevas variedades, maquinaria o equipos".
"Nuestro principal objetivo es preservar la calidad de nuestros productos para satisfacer a nuestros clientes de siempre. La producción de cítricos es un proceso largo que requiere años de anticipación. Cuando se planta un árbol nuevo, los resultados se ven cinco años después. Está por ver si plantar la nueva variedad fue una buena o mala decisión", concluye Tampakis.
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Spiros Tampakis
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