Las exportaciones holandesas de cebollas han aumentado considerablemente en las últimas semanas, y "hace tiempo que es así. Hay que asegurarse el suministro con la suficiente antelación para poder tenerlo todo cubierto", explica Rinus Wisse, de la firma holandesa Wiscomex. "Ya no tenemos las semanas de grandes exportaciones de antaño, en las que se superaban las 40.000 toneladas semanales. La cuestión es si esto se debe a la falta de mano de obra o a que los márgenes son demasiado bajos para conseguirlo".
"El mercado ahora mismo lo controlan los envasadores. Son ellos quienes tienen las riendas y ahora mismo están intentando que suban los precios. Para la semana que viene, los precios de las cebollas medianas y grandes se sitúan entre 23 y 25 céntimos", afirma Rinus. "Desde el punto de vista del envasador, este aumento también es lógico, dado el movimiento que hay en el mercado. Pero la cuestión es hasta qué punto será sostenible a largo plazo. Cuando Senegal disponga de suficientes cebollas, la situación cambiará. Puede que aún falten entre una y tres semanas, pero ese momento llegará".
Temporal de noviembre
"No es lo mismo tiempo que clima", explica el exportador de cebollas a modo de metáfora. "Puedes tener una tormenta muy fuerte en noviembre, pero eso no significa que haya cambiado el clima. Y en conjunto, este año disponemos de cebollas más que suficientes. En términos de volumen, espero unas cifras parecidas a las de la temporada 2021/22, cuando llegamos a 1,3 millones de toneladas. Con todo el suministro de cebollas que vendrá este año de Alemania, Bélgica y Francia, creo que deberíamos poder mover ese volumen".
"La mayoría de envasadores no tienen grandes existencias ahora mismo e incluso están lidiando con algo de escasez. Lo que espero es que los productores no se dejen llevar por el optimismo actual y asuman que la demanda se mantendrá alta. Al fin y al cabo, si necesitáramos exportar el 60% del volumen antes de Navidad, tendríamos que vender una media de 42.000 toneladas semanales a partir de la semana 44, y a eso tampoco vamos a llegar. Suponiendo que llegamos a las 33.000 toneladas, el 1 de enero llevaríamos un retraso de 75.000 toneladas, y eso es mucho para afrontar la segunda mitad de la temporada. Aunque existe una demanda razonablemente sustancial y pueden llegar pedidos extra de mercados al alza, los productores deben tratar de mantener sus ventas a un ritmo constante", advierte Rinus.
"Cualitativamente, este año no está siendo de los mejores, pero cuando se obtiene un rendimiento alto, tampoco es raro que haya más cebollas de mala calidad. Si todas las cebollas hubieran sido de buena calidad, habríamos tenido un problema con los precios", opina Rinus. "En el caso de las cebollas rojas, el mercado está un poco más controlado. Eso sí, en los Países Bajos hay una oferta bastante buena de cebollas rojas este año".
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Rinus Wisse
Wiscomex
Schoorkenszandweg 23b
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