El 14 de noviembre de 2024 marcó un antes y un después en el comercio marítimo internacional con la inauguración oficial del Puerto de Chancay, un ambicioso proyecto desarrollado en colaboración entre Perú y China. Este puerto, ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, se perfila como un nodo estratégico que transformará las rutas comerciales entre Sudamérica y Asia, fortaleciendo los lazos económicos y logísticos entre ambas regiones.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, y su homólogo chino, Xi Jinping, destacaron en sus discursos la importancia del puerto como símbolo de cooperación bilateral y como puerta de entrada para las exportaciones latinoamericanas hacia el mercado asiático. Este megaproyecto, impulsado por una inversión de más de 3.600 millones de dólares, cuenta con infraestructura de última generación, que incluye terminales de contenedores de alta capacidad, almacenes automatizados y accesos terrestres optimizados.
El Puerto de Chancay se ha diseñado para manejar un volumen significativo de carga, proyectando alcanzar una capacidad inicial de un millón de TEU anuales. Este desarrollo busca posicionar a Perú como un hub logístico de referencia en la región, reduciendo tiempos y costos en el transporte marítimo hacia mercados asiáticos clave como China, Japón y Corea del Sur.
Sin embargo, este proyecto no está exento de polémica. En Estados Unidos, el puerto ha generado inquietud debido a su asociación con la estatal china COSCO Shipping, que lidera el consorcio encargado de su operación. Algunos analistas consideran que esta infraestructura podría tener implicaciones geopolíticas en la región, consolidando la influencia china en Sudamérica.
A pesar de los cuestionamientos, el Puerto de Chancay representa una oportunidad única para los sectores productivos peruanos, especialmente en la exportación de minerales, agroindustria y productos pesqueros. Además, el proyecto promete generar miles de empleos directos e indirectos, dinamizando la economía local.
Con esta inauguración, Perú da un paso firme hacia la modernización de su infraestructura portuaria, consolidándose como un actor clave en el comercio global y fortaleciendo su papel como puente entre Sudamérica y Asia. El Puerto de Chancay no solo redefine la logística regional, sino que también abre nuevas perspectivas para el crecimiento económico y la integración internacional.
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