En el vertiginoso mundo del comercio mundial, la rapidez de reacción y las alianzas sólidas pueden marcar la diferencia. Un incidente reciente con el buque Regal Bay, que transportaba más de 4.500 palés de cítricos de Sudáfrica a EE. UU., es un ejemplo perfecto de cómo el pensamiento estratégico y la colaboración pueden convertir un desastre potencial en una historia de éxito.
El 12 de agosto, David Kleinguenther, especialista en protección fitosanitaria del APHIS, supo que era probable que el proceso de tratamiento de frío a bordo del Regal Bay hubiera fallado. El barco, que llegaba a Filadelfia, transportaba cítricos que debían mantenerse a -0,55 °C durante 22 días para cumplir los requisitos de importación de EE. UU. diseñados para evitar la entrada de plagas y enfermedades vegetales invasoras. El incumplimiento de estas normas suponía el rechazo del cargamento en los puertos estadounidenses, lo que podía acarrear importantes pérdidas.
El cargamento, valorado en más de 10 millones de dólares, podría haberse echado a perder. Pero, gracias a la rápida actuación de Kleinguenther, los funcionarios del APHIS Kevin O'Connor y Nivaldo Acevedo, y una red de socios del sector, se evitó el peor de los escenarios.
Cuando llegó el barco, los funcionarios del APHIS inspeccionaron los compartimentos de tratamiento de frío y colaboraron con la naviera Seatrade para averiguar si el fallo se debía a una avería en la placa base del ordenador. El equipo se puso a trabajar inmediatamente para dar con la manera de salvar el envío.
El personal del APHIS trabajó con el sector y los socios logísticos para identificar un puerto con una instalación adecuada para realizar el tratamiento de frío necesario y capaz de dar cabida al volumen del envío de cítricos. Encontraron la Terminal del Puerto Sur en Camden, Nueva Jersey. El tiempo era esencial. "Sin la rápida certificación de la terminal de South Port, todo el cargamento podría haberse perdido. Teníamos dos opciones: tratar in situ o exportar el envío", dice John Baker, oficial supervisor del Servicio de Inspección Zoosanitaria y Fitosanitaria (APHIS) del Departamento de Agricultura de EE. UU.
Aprovechando la experiencia y los recursos de la compañía naviera, de los proveedores logísticos y de los científicos del APHIS, el equipo pudo organizar el tratamiento de frío en un almacén de la terminal del puerto sur. La compañía naviera trató allí 4.353 palés y exportó el resto a Canadá. En las semanas siguientes, el APHIS completó siete tratamientos de frío, cumpliendo todos los requisitos de protección fitosanitaria.
La colaboración salvó el envío, garantizando un suministro constante de cítricos frescos en el mercado estadounidense, y protegió las plantas nacionales de la amenaza de las plagas invasoras. La capacidad de reacción del APHIS ante una crisis, respaldada por sólidas asociaciones en la comunidad marítima, ayudó al Regal Bay a sortear un obstáculo que podría haber salido muy caro.
La Terminal del Puerto Sur está ahora certificada para gestionar casos similares en el futuro, lo que garantiza que se pueda hacer frente a este tipo de crisis y que los productos de alta calidad procedentes de todo el mundo puedan fluir sin obstáculos hacia los mercados estadounidenses de forma segura y sin problemas.
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