Se hizo cargo de la empresa familiar hace siete años con 10 hectáreas y ahora cultiva 150, 50 de ellas dedicadas a la albahaca para la industria. Filippo Carrara, nacido en 1996, natural de Parma, es un ejemplo no solo de relevo generacional, sino también de respetable espíritu emprendedor.
El agricultor ha sido destacado dentro del proyecto Agrimanager, promovido por EmilBanca y Agri2000.
"Cuando tomé las riendas de la explotación hace siete años", comienza Carrara, "tenía 10 hectáreas cultivadas. Mi abuelo siempre se había dedicado al tomate para industria, muy común en esta zona, y yo pensé en ampliar, sin dejar de centrarme en el cultivo industrial. Entonces pensé en la albahaca, que, si bien se puede mecanizar en gran medida, debe cultivarse y gestionarse como una pequeña producción de calidad, porque las empresas que la utilizan exigen, con razón, la máxima frescura y aroma".
Filippo Carrara y la cosechadora construida según sus necesidades e indicaciones.
Carrara tiene seis clientes que figuran entre los principales actores nacionales del sector. "Vengo de una carrera de economía y comercio", prosigue, "pero la agricultura me apasionó desde el principio. La albahaca me dio la oportunidad de arriesgarmer, porque es un reto constante obtener calidad en campo abierto. Este año hemos producido 3.000 toneladas de hojas. El precio medio fue de unos 550 euros/tonelada, pero hubo oscilaciones en función de muchos parámetros y condiciones".
El ciclo de la albahaca en campo abierto consiste en sembrar desde mediados de abril hasta finales de junio, con el fin de tener una cosecha escalonada. La primera siega comienza hacia mediados de junio y se prolonga hasta principios de octubre. "Este año, los rendimientos y la calidad fueron muy buenos hasta mediados de septiembre. Después, las lluvias torrenciales causaron algunos problemas más, pero no podemos quejarnos", afirma.
Para garantizar la calidad, Carrara solo cosecha en condiciones especiales. "El mejor momento es al amanecer y al atardecer, porque así se conserva el máximo aroma y color. Luego es importante ser puntual: la cosecha va del campo a la empresa alimentaria en pocas horas".
Emilbanca apoya y anima a emprendedores como Carrara: "Filippo demuestra una pasión y un espíritu empresarial realmente encomiables", subraya Andrea Caleffi, referente agroalimentario de Emilbanca. "Es un ejemplo de relevo generacional".
Para más información:
www.agri2000net.com