Reconocida por su dulzura, frescura y calidad, la piña de Costa Rica se ha posicionado como uno de los productos agrícolas valorados en el comercio global. Con exportaciones dirigidas principalmente a Europa y Medio Oriente, este fruto tropical ha encontrado su lugar en mesas de todo el mundo, especialmente en épocas festivas como la temporada navideña.
Los mercados internacionales, como el de Europa oriental, demandan piñas de calibres medios y altos, adecuadas tanto para consumo fresco como para la elaboración de productos derivados. En los últimos años, las exportaciones de piña han crecido de manera significativa, reflejando la capacidad del sector costarricense para adaptarse a las exigencias de los consumidores y superar desafíos logísticos y climáticos.
Desde su fundación en 2019 como un negocio familiar, Golden Sweet se ha consolidado en la exportación de piñas costarricenses. "Aunque la empresa comenzó enfocándose en la comercialización, ahora produce parte de su fruta y trabaja con productores asociados, logrando un equilibrio entre calidad y sostenibilidad", comenta Diego Hernández, jefe de exportaciones.
Golden Sweet comenzó con dos clientes en Europa oriental, y hoy ha multiplicado su cartera a ocho. "Europa oriental es nuestro principal mercado, especialmente en la temporada alta de noviembre a diciembre, donde las piñas se convierten en un producto clave para las celebraciones navideñas", comenta Hernández. Además de Europa oriental, Medio Oriente (Turquía y Arabia Saudita) y algunos países europeos de occidente como España e Italia también reciben sus exportaciones.
La empresa planea incursionar en el mercado estadounidense, tras su participación en la Global Produce and Floral Show en Atlanta. "Nuestro objetivo es un crecimiento anual controlado del 10 al 20% para garantizar calidad y cumplir con nuestros clientes estratégicos", apunta Hernández.
Diego Hernández, jefe de exportaciones de Golden Sweet, en la Global Produce and Floral Show en Atlanta.
Golden Sweet apuesta por prácticas más sostenibles, como el uso de bioinsumos que reducen la carga química en los cultivos. "Estamos invirtiendo en biotecnología para producir de manera más limpia y responsable", afirma Hernández. Estas iniciativas no solo benefician el medio ambiente, sino que también cumplen con estándares internacionales, lo que fortalece su posición en mercados exigentes como el europeo.
Otro aspecto clave es su enfoque en el servicio posventa. Golden Sweet no se limita a despachar los contenedores, sino que mantiene una comunicación constante y directa con los clientes. "Estamos construyendo relaciones estratégicas a largo plazo, y el acompañamiento después de la venta es fundamental para lograrlo", destaca Hernández.
Trabajar con la modalidad FOB ha sido una estrategia efectiva, especialmente en mercados como Europa oriental. "Nuestros clientes son quienes gestionan directamente las negociaciones con las navieras, lo que les da flexibilidad para adaptarse a las fluctuaciones en los costos de transporte y disponibilidad de contenedores", explica Hernández.
Uno de los mayores desafíos es la planificación de la producción para mitigar la escasez en ciertas épocas del año. Además, los costos crecientes de insumos y el cambio climático han puesto presión en la industria. Sin embargo, la empresa proyecta cerrar el año con 200 contenedores exportados, frente a los 60 de temporadas anteriores, demostrando un crecimiento sólido.
Para Hernández, el mayor orgullo es ver el producto costarricense llegar a lugares lejanos como Europa oriental. "Es satisfactorio saber que formamos parte de la cadena que lleva la calidad de Costa Rica al mundo", concluye.
Para más información:
Diego Hernández, jefe de exportaciones
Golden Sweet
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[email protected]
www.goldensweet.cr
Randall Hernández, director general
Golden Sweet
Tel.: +506 7196 4066
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www.goldensweet.cr