La campaña griega de la patata se acerca a un final bastante prematuro. Según Iosif Kokkinidis, representante de la organización de productores Agroteam Perithori de Nevrokopi, la región productora de patatas más importante de Grecia, el final llegará dos meses antes de lo habitual. "Normalmente, las existencias de patatas de Nevrokopi duran hasta finales de febrero, pero esta vez no es seguro que haya patatas disponibles para finales de 2024. Esto se debe a la reducción de la superficie de cultivo: de las 1.700 hectáreas de la temporada pasada, ahora se ha reducido a la mitad. También hay una importante falta de agua y los agricultores tienen dificultades para mantener sus cosechas".
Como describe Kokkinidis, la sequía del verano pasado y las temperaturas anormalmente altas se suman a las complicaciones de la temporada. "Debido al calor extremo, las patatas empezaron a brotar antes de lo habitual, lo que repercutió en la vida útil del producto almacenado, así que las ventas empezaron de manera bastante precipitada. Por suerte, también hubo una gran demanda, por lo que no hubo problemas para encontrar mercados. Vemos que las variedades amarillas tienen más demanda que las blancas. Las patatas amarillas las compran sobre todo los mayoristas, mientras que las blancas las compran los supermercados".
En cuanto a las exportaciones, los compradores balcánicos de patatas griegas prefieren un producto barato. "Su prioridad es el precio, por eso compran patatas más pequeñas, de los calibres 25-45. En los Balcanes percibimos una fuerte competencia de Polonia, pero también nos enfrentamos a la presión de las patatas alemanas y francesas en Grecia", afirma el representante de Agroteam Perithori.
Sin embargo, una vez más, las condiciones meteorológicas plantean el mayor desafío. Kokkinidis subraya: "Ya deberíamos estar experimentando temperaturas bajo cero, pero el tiempo es cálido. Nevrokopi es conocida por su clima extremadamente frío y, por este motivo, los envasadores locales habían invertido en almacenes sin refrigeración, que ahora, debido al cambio climático, se convierten en una desventaja. Esto nos presiona para vender más rápido. Afortunadamente, la demanda y los precios son estables. Sin embargo, tenemos que hacer el cambio a los almacenes frigoríficos, y nosotros, como muchos otros envasadores, ya hemos iniciado este proceso".
Por último, en cuanto a los precios, la media de precios EWX de la temporada actual se sitúa en 0,52 euros/kg. "Es un precio alto, pero los gastos poscosecha también lo son. Por lo tanto, yo no diría que los envasadores puedan estar completamente satisfechos hasta ahora. Aunque seguro que esta media va a aumentar, ya que las pequeñas existencias se van a vender a precios más altos", concluye Kokkinidis.
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