"La temporada de fruta de pepita belga va bien por ahora", afirma Tony Derwael, de Bel'Export. El comercializador de Borgloon (Flandes) afirma que, a diferencia de otros años, se respira un buen ambiente de tranquilidad. "Las existencias van saliendo a un ritmo razonable", afirma.
"Obviamente, hemos tenido un rendimiento inferior al de otros años", prosigue. "En el periodo previo a la cosecha, se esperaba que se iban a recoger menos peras, y al final hemos empezado con un tercio menos que el año pasado. Hay algo menos de presión en el mercado. La gente nota que no hay demasiada oferta y la demanda marcha bien. La última estimación de existencias de fruta de pepita revela que el 1 de noviembre de 2024 aún quedaban en Bélgica unas 200.000 toneladas de peras Conferencia (véase el cuadro siguiente); un 33% menos que el año pasado. También hay bastante menos Doyenne du Comice, que con unas 2.400 toneladas registra una caída del 66% en comparación con el año pasado por esas fechas".
"Alrededor del 20% de las peras se han vendido ya en septiembre y octubre, por lo que si se mantiene esta tendencia, a finales de junio ya no nos quedará nada", explica Tony. "Esto es lo deseable si tenemos en cuenta tanto el tamaño como la calidad interna y externa. Si todo el mundo sigue vendiendo con sensatez, acabaremos con unos resultados satisfactorios. Sin embargo, hay un factor preocupante. Debido al gran tamaño de la fruta, hay que vigilar de cerca la capacidad de almacenamiento. Con la variedad temprana Lucassen, ya hemos visto que se ha desarrollado mucha podredumbre y, por tanto, caída. A menudo, las demás variedades siguen su estela. Por eso es importante que prestemos atención y tomemos muestras con regularidad para garantizar la calidad en el mercado. Con esto, por supuesto, no quiero sembrar el pánico, sino recomendar prudencia, ya que podría ser un inconveniente en una temporada, por lo demás, prometedora".
Por ahora, sin embargo, Tony afronta el resto de la temporada con confianza. De hecho, los precios también están siendo satisfactorios, según el comerciante. "El precio en el retail ronda los dos euros, mientras que los productores están recibiendo un euro por la fruta, así que todos contentos, tanto el consumidor como el comerciante y el productor. Por eso es importante que nada altere ese equilibrio, lo cual puede suceder si un supermercado decide de repente organizar una promoción y vender las peras a 99 céntimos de euro. Nadie se beneficia de algo así. Por suerte, la demanda se sitúa a un buen nivel, sobre todo cuando empieza a refrescar. Por ahora, el mercado nacional es el más importante, ya que muchos países disponen de sus propias producciones, pero ya se observa una mayor demanda por parte de España y Alemania. Lo único es que ellos prefieren peras más pequeñas, de las que hay menos oferta este año".
Las manzanas, un 20% más de lo estimado
La situación de las manzanas es muy parecida. "El 1 de noviembre, las existencias de manzanas eran un tercio inferiores a las del año pasado, aunque debido a los calibres más grandes, hemos acabado recogiendo un 20% más de volumen de lo previsto en agosto", explica Tony. "Predomina el calibre 85/90, que ha contribuido ese 20% extra en kilos. En cuanto a la Jonagold, el 1 de noviembre quedaban más de 50.000 toneladas en stock, lo que supone un 30% menos que el año pasado. De otras variedades, como la Jonagored, quedan más de 16.000 toneladas (-31%) y de la Golden quedan más de 9.000 toneladas (-46%). Una vez más, el consumo no está siendo decepcionante. La fruta se destina sobre todo al mercado nacional, pero los grandes calibres también están acabando en el retail y los consumidores parecen satisfechos, por lo que no prevemos ningún problema. Eso sí, en este caso también se recomiendo prestar mucha atención a la capacidad de almacenamiento del producto".
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Tony Derwael
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