Andrés Armstrong, conocido como el hombre del arándano en Frutas de Chile (Asoex hasta el año pasado), lleva 15 años al frente del desarrollo de la industria chilena del arándano, siendo testigo de su crecimiento y afrontando nuevos retos. La industria, que ha sufrido altibajos, está poniendo actualmente el acento en la sustitución varietal y en el establecimiento de un sello distintivo por parte del Comité de Arándanos para mejorar su identidad en los mercados mundiales.
En 2008, la industria chilena del arándano dio un giro significativo, centrándose en el abastecimiento del mercado estadounidense durante su temporada baja. Este periodo marcó el inicio de los esfuerzos de colaboración para desarrollar el mercado, establecer estándares de calidad y asegurar el futuro de la industria. En 2009 se constituyó el Comité Chileno del Arándano, con el objetivo de aumentar el consumo, la calidad y la seguridad de la fruta. Desde su creación, el comité ha visto aumentar la producción de menos de 40.000 toneladas a 117.000 toneladas en la temporada 2020-2021.
A lo largo de los años, el Comité de Arándanos de Chile ha participado de instancias internacionales como el Blueberry Council de Estados Unidos y en la International Blueberry Organization (IBO).
En los últimos años se ha producido un cambio en la dinámica de la producción debido al aumento de la competencia. Países como México y Marruecos se han convertido en actores importantes, lo que ha afectado a las exportaciones chilenas. Esta competencia ha provocado una reducción de los volúmenes exportados y un giro hacia la exportación de arándanos congelados como alternativa viable para muchos productores chilenos.
Para adaptarse a este panorama competitivo, Chile se está centrando en la renovación varietal, con nuevas variedades adecuadas a su clima. Esta estrategia pretende mejorar la mezcla varietal de exportación, haciendo que los arándanos chilenos sean más competitivos en la escena mundial. La inversión en nuevas variedades y tecnologías postcosecha forma parte de los esfuerzos del comité por mejorar la calidad y los procesos logísticos.
El lanzamiento de un nuevo sello por parte del Comité de Arándanos es un compromiso con la calidad y la renovación varietal. Esta iniciativa voluntaria, apoyada por empresas dispuestas a invertir en campañas de promoción, pretende distinguir a los arándanos chilenos en los mercados internacionales. Los esfuerzos del Comité por evaluar variedades y generar información relevante para los productores subrayan su dedicación al desarrollo de la industria.
Reflexionando sobre los últimos 15 años, se reconocen los retos a los que se enfrenta la industria chilena del arándano, pero se mantiene el optimismo de cara al futuro. La apuesta por la renovación varietal y por procesos de producción y transporte eficientes se considera claves para competir eficazmente en los mercados globales. Se prevé que el aumento de las inversiones en marketing y promoción impulsen aún más el crecimiento del consumo.
Fuente: Blueberries Consulting