La cosecha ha terminado ya para la mayoría de productores de endivia en Bélgica. Charles Cattoir, de Primalof, habla de un rendimiento medio, "lo cual es algo ya de por sí bastante destacable en estos tiempos. Cuando has tenido varios años con un 30% o 40% menos de producción, conseguir un valor medio es un alivio", nos cuenta el agricultor/comerciante de Oosterzele, en Flandes (Bélgica).
"Este año la cosecha ha ido bastante bien", prosigue Charles. "De hecho, en las dos primeras semanas de noviembre hemos tenido unas condiciones muy buenas que nos han permitido cosechar todo lo que queríamos con rapidez. En general, la cosecha se ha adelantado un poco y la sensación es que el rendimiento de los primeros lotes ha sido algo decepcionante. Los volúmenes han sido más limitados y el producto, más fino. Ahora que la cosecha ya ha terminado, en general parece que los valores se sitúan en niveles medios y la calidad de las endivias más tardías también es buena".
"La situación sigue siendo complicada, porque sigue habiendo una escasez notable de endivias que debería haberse solucionado con la cosecha de 2023", explica. "Seguro que todo el mundo se ha dado cuenta. En materia de precios, 2024 ha sido un año muy extremo tanto en Bélgica como en los Países Bajos y Francia, con unos precios que han tirado por lo alto".
Hay que intentar no perder consumidores
Charles no sabe con certeza si se registrará un nuevo pico en las semanas previas a las vacaciones de Navidad. "No tengo una bola de cristal, por supuesto, pero el año pasado los precios fueron muy altos; demasiado en muchos casos, lo cual perjudicó al mercado. Para algunos, la cosa fue bien a corto plazo, pero nadie pudo aprovechar del todo la situación, dada la escasez de oferta. Además, la clave es no perder consumidores. Con precios demasiado caros, los ahuyentas. Las fuerzas del mercado son las que hacen que suban los precios cuando hay escasez, pero se nota que cada vez se realizan mayores esfuerzos en el mercado para conseguir precios más estables que permitan a todos obtener cierto beneficio. Debemos cuidar de que la endivia no se convierta en un producto de nicho y de que continúe siendo accesible para todo el mundo".
"Por lo tanto, tener un año como este ayuda. Al fin y al cabo, no ha dejado de haber demanda durante todo el año. Tampoco hemos tenido un verano muy caluroso y ahora mismo los volúmenes de producción están bajo control, lo que nos permite garantizar un buen nivel de precios. Además, el sector ha mantenido sus planes de promoción y ha elaborado sus estrategias de antemano, así que, como proveedor, es bueno poder ofrecer estabilidad. No pudimos a principios de 2024, pero sí en 2025. Creo que esto también es bueno para el mercado, porque siempre hay que tener un producto destacado. Por un lado se hace ofreciendo calidad, pero por otro, hay que promocionar la endivia de la misma forma que se hace con los pepinos o los tomates".
Búsqueda de nuevas variedades y recursos
Con todo, sigue habiendo algo de inquietud de cara al futuro, afirma Charles. "Este año está siendo distinto, pero vamos a enfrentarnos a los mismo retos en 2025, 2026 y más allá, sin importar si obtenemos buenos o malos rendimientos. Ya no podemos contar con los mismos recursos que teníamos hasta ahora. ¿Cómo vamos a solucionar eso? El 75% de la superficie cultivada en Bélgica y los Países Bajos corresponde a variedades ALS, pero esas son justo las variedades con las que no se pueden usar los nuevos productos fitosanitarios. La gente está buscando alternativas, pero aún no están disponibles".
"En los últimos años hemos hecho varias pruebas con distintas casas de semillas, que con el tiempo podrán brindarnos nuevas variedades aptas para los nuevos productos fitosanitarios. Eso sí, todavía sigue sin haber semillas disponibles comercialmente que garanticen la misma eficacia que las variedades que han estado usándose hasta la fecha. La productividad es mucho menor, así que sigue habiendo retos por delante", señala Charles.
"Como sector, hemos intentado conseguir una prórroga para los productos fitosanitarios que ya hay, pero hemos fracasado en el intento", prosigue Charles. "Es justo lo que nos esperábamos, pero ahora ya no nos queda otra que intentar prepararnos para el futuro. Se están llevando a cabo pruebas y desarrollos, pero aún no hay una solución que garantice mantener la superficie actual. No la habrá en 2025 y probablemente tampoco antes de 2026, así que la empresa tendrá que adaptarse. Llevamos ya trabajando unos cuatro años con ese objetivo".
"Se trata de retos para el futuro que, además, no se ven facilitados por los precios de coste, cada vez más elevados", reconoce Charles. "Por poner un ejemplo, yo empecé hace cinco años y el precio de compra de una raíz de endivia casi se ha duplicado en ese tiempo. Por otra parte, es un buen indicativo de que cada vez se aprecia más la comida sana, en concreto el consumo de frutas y hortalizas. Desde la pandemia del coronavirus, en general se están pagando precios más justos por las hortalizas. En un año como 2024, siempre hay alguien que sale perdiendo, y con el modelo clásico esa podría, de hecho, ser la intención, pero en nuestro caso, vemos que cada vez hay más colaboración en la cadena. Todo el mundo tiene que poder tener acceso a una endivia de calidad, bien sea con un precio justo o mediante la transferencia de conocimientos, y cada vez hay más conciencia al respecto. Es algo positivo para la sostenibilidad de la cadena de la endivia y del sector de las hortalizas en general", concluye Charles.
Para más información:
Charles Cattoir
Primalof
Leeg Bracht 23
9860 Balegem (Bélgica)
Tel.: +32 (0)483 48 47 17
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www.primalof.be