El sector marroquí de las frutas exóticas se enfrenta a unas condiciones meteorológicas muy cambiantes, pero disfruta de una fuerte demanda extranjera y nacional. El mercado marroquí se divide en tres grandes productos: los aguacates, en pleno auge en el eje Kenitra-Larache, en el noroeste del país, con volúmenes récord esta temporada; la pitaya o fruta del dragón, cultivada principalmente en el eje Azamor-El Yadida, más al sur, y los mangos, los grandes ausentes de la producción nacional, a pesar de la creciente demanda marroquí. Omar Lahlou, agricultor de Azamor, nos habla de cómo está siendo la temporada.
Lahlou cultiva cuatro variedades de pitahaya con calendarios que van de julio a febrero, según la variedad. Según indica, el sector de esta fruta se ve muy afectado por las condiciones meteorológicas, pero sigue resistiendo. "Las condiciones meteorológicas no son complicadas, pero sí diferentes", señala. "No solo han cambiado las temperaturas y las precipitaciones, sino también el clima en su conjunto. Todo el ecosistema en general está trastocado, y eso estresa a las plantas y nuestros campos están irreconocibles. Por ejemplo, la semana pasada tuvimos temperaturas de 35 grados en la región de Azamor, cuando se supone que el tiempo debe ser otoñal, y ahora las temperaturas han bajado de manera brusca y repentina. Ya no podemos predecir nada, y eso se refleja en los volúmenes medios. Por otro lado, no tenemos pérdidas relacionadas con enfermedades, y hay menos problemas de higiene en el sector de las frutas exóticas de la región".
Según el productor, las pérdidas en términos de rendimientos y volúmenes han alcanzado esta temporada hasta un 15-20% en comparación con una campaña normal, directamente atribuibles a las alteraciones meteorológicas. "Sin embargo, hemos obtenido mejores precios y con eso se compensan las pérdidas. La demanda es sólida tanto en el mercado interno como para la exportación", destaca.
La demanda exterior procede en su totalidad de la Unión Europea, afirma Lahlou. "Las frutas exóticas marroquíes como la pitahaya se están haciendo un nombre, y el origen marroquí se está afianzando de forma lenta y segura. Hay mucha competencia con España, pero indirecta. Nos beneficiamos de las épocas del año en que la oferta española disminuye mientras que la marroquí es alta, lo que mantiene buenos los precios. No llegaría a decir que hay complementariedad, pero las fluctuaciones son a veces a favor de España, sobre todo en verano, y a veces a nuestro favor".
En el mercado local, la pitahaya está ganando popularidad, según Lahlou. "Ahora es normal encontrar pitahaya en las tiendas, mientras que hace unos años era algo nuevo y curioso. Nos beneficiamos de una ventana del año, hacia finales de agosto y septiembre, en la que no hay fruta en el mercado, salvo melones o sandías, y los consumidores se decantan por las frutas exóticas, por lo que el consumo local se mantiene sólido", indica.
De cara al futuro, el camino de la producción de mango sigue siendo prometedor, ya que la fuerte demanda local impulsará las importaciones marroquíes hasta 12.000-13.000 toneladas de mangos en el verano de 2024, pues la producción interna es prácticamente inexistente. En opinión de Lahlou, "la producción marroquí de mango tardará en consolidarse. Sobre todo, porque los agricultores marroquíes carecen de conocimientos técnicos de este sector, así como de material vegetal. Hay que empezar por importar plantones y realizar ensayos de desarrollo varietal. Hasta ahora, ha sido una empresa arriesgada y los productores prefieren centrarse en la producción de aguacates. Por lo demás, la demanda está ahí, la oportunidad existe, pero son los viveros los que tienen que dar el primer paso".
En cuanto a los productores de aguacate, están disfrutando de una temporada de volúmenes boyantes, ayudados por una notable mejora de las condiciones meteorológicas en el norte del país en comparación con la temporada anterior. El sector es incluso víctima de su propio éxito, ya que la abundante producción provocó una caída de los precios al principio de la campaña en comparación con el mismo periodo del año anterior.
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Omar Lahlou
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