La temporada de frutos rojos alemana de este año llega por fin a su fin. "Actualmente se están comercializando las últimas cosechas de frambuesas de este año, mientras que probablemente podremos ofrecer cantidades más pequeñas de fresas de las variedades Hademar y Marona durante una semana más o menos. En el caso de las frambuesas en particular, se nota que se van agotando lenta pero inexorablemente. Las plantas están casi vacías, falta luz y sol, aunque esta semana las temperaturas se acercan a los 20 grados", afirma Jörg Huber, productor frutícola de Huberhof - Önsbach, radicada en Achern (zona de Oberkirch).
En general, la temporada de la empresa ha sido larga y casi sin heladas. "Tuvimos una temporada similar en 2011, cuando también pudimos cosechar buenas fresas Clery desde la floración otoñal hasta noviembre y diciembre", recuerda Huber, que abastece tanto a la gran distribución como a mayoristas. Como es bien sabido, el frío y la humedad le ha puesto las coas difíciles al sector de las berries, aunque las ventas han sido correctas durante toda la temporada. "Hemos tenido la ventaja de poder suministrar calidades atractivas con fruta firme y de bonito color hasta el final".
Jörg Huber (izquierda) y sus colegas de Fresh Forward en la expoSE de este año en Karlsruhe.
Un mercado receptivo a la fruta tardía
Otro factor ha sido el lento comienzo de la temporada en las principales regiones productoras del Mediterráneo. "Debido a la humedad, ha habido menos frambuesas estables de lo habitual en España y Portugal, mientras que la oferta de fresas griegas está ganando impulso lentamente. Sin embargo, los productos griegos se siguen comercializando a precios bastante altos en noviembre, por lo que nuestra fruta puede ser competitiva. También hay que decir que la demanda cae bruscamente de mediados a finales de octubre, aunque esto no es necesariamente una desventaja para nosotros, pues debido a la favorable situación de la oferta, esta menor demanda puede satisfacerse en gran medida con productos locales. Las cortas rutas de transporte unidas a la buena calidad juegan a nuestro favor", explica el productor. En general, la demanda de frutos rojos disminuye de forma pronunciada tras el final de la temporada nacional, observa Huber.
Las últimas fresas de la temporada de este año: en noviembre ha hecho mejor tiempo para las berries que en octubre.
El cultivo de la fresa, en transición
Debido a la situación meteorológica, la temporada de cultivo de 2024 ha sido bastante exigente, si bien con una situación comercial siempre agradable, resume Huber. "Ha dado la sensación de que ha habido menos campañas de promoción para las fresas que otros años. En el caso de las frambuesas, sobre todo los mercados mayoristas han sacado mucho producto, lo que ha contribuido a unas ventas estables".
Como estrecho colaborador de la empresa holandesa de mejora genética Fresh Forward, Huber realiza cada año varios ensayos de variedades. En el sector de la fresa, las llamadas variedades remontantes en particular han atraído más atención en los últimos años. "A corto y medio plazo veremos qué variedades remontantes demuestran su eficacia en la práctica y cuáles no. En lo que respecta a las fresas, somos una explotación clásica de campo abierto; sin embargo, vamos a ir sustituyendo gradualmente nuestras superficies de campo abierto por sistemas de túnel en los próximos años", concluye Jörg Huber.
Jörg Huber cultiva frambuesas y cerezas en aproximadamente una hectárea cada una. Recientemente ha ofrecido las variedades de frambuesa Mapema, Kweli, Enrosadira y Clarita, con precios al por mayor de en torno a 12 €/kg.
Fotos: Huberhof - Önsbach
Para más información:
Jörg Huber
Huberhof - Önsbach
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77855 Achern
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