La temporada de otoño trae consigo oportunidades y retos para las hortalizas holandesas cultivadas en suelo, y la amplia red de cultivadores de Freeland garantiza estabilidad durante todo el año. Su director, Jordi van den Bosch, nos explica cómo responde la empresa a la dinámica específica de las estaciones de otoño e invierno con las calabazas Hokkaido, las cebolletas y los puerros.
Calabazas Hokkaido: logística en función de la demanda
Las calabazas Hokkaido son una de las favoritas del otoño, y alcanzan su punto álgido en octubre con una demanda estable hasta marzo. El tiempo húmedo de este año ha provocado que la cosecha presente tamaños más pequeños, por lo que ha sido esencial una buena coordinación con los clientes. Freeland satisface la demanda con flexibilidad suministrando selecciones personalizadas.
Tras la cosecha holandesa, Freeland pasa a importar de países como Egipto y Kenia. Gracias a su larga vida útil, las calabazas Hokkaido aguantan el viaje de 30 días desde África. "Una planificación adecuada nos garantiza un suministro constante", afirma Jordi.
Cebolletas disponibles todo el año
La versatilidad de las cebolletas garantiza una demanda creciente, y Freeland tiene suministro todo el año. Durante la temporada de cultivo alemana, el suministro es bueno, pero una vez que termina, la empresa empieza con las importaciones. Jordi recibe los primeros contenedores de cebolletas de Egipto a finales de octubre. "Las cosechas holandesa y alemana suelen estar llegando a su fin entonces".
"Así que pasamos sin problemas a las importaciones egipcias, que complementan el mercado sin problemas", explica Jordi. Gracias a sus eficientes métodos de cultivo y a la estabilidad de sus precios, Egipto es vital para el mercado europeo de la cebolleta. Allí, los campos disponen de avanzados sistemas de riego, lo que garantiza una cosecha fiable.
Puerros: flexibilidad y personalización
Para Freeland, los puerros son un producto básico, con una demanda de países como Alemania y Suecia que aumenta en invierno. Esta temporada ha estado acompañada de retos como los daños en las hojas causados por los trips, un problema común en condiciones húmedas. La empresa, por tanto, trabajó duro en la gestión de la calidad para seguir ofreciendo a los clientes los mejores puerros.
Freeland dispone de una amplia gama de opciones de envasado de puerros. "Los puerros siempre se personalizan", dice Van den Bosch. "Dependiendo de las necesidades del cliente, los entregamos en distintos envases: en cajas, cajas de EPS/IFCO, colocados a lo largo o a lo ancho, cortados o con raíces. También es posible la venta por kilo o pieza, así como en distintas cantidades por paquete. Y gracias a nuestra amplia red, podemos cumplir casi cualquier requisito".
La flexibilidad es la clave del éxito
Para adaptarse a las fluctuaciones de disponibilidad, la empresa se abastece local e internacionalmente. "Respondemos proactivamente a las influencias estacionales. Eso nos permite servir a nuestros compradores productos adaptados a sus necesidades concretas durante todo el año", concluye Jordi.
Para más información:
Jordi van den Bosch
Freeland
Nijbracht 126
7821 CE Emmen
Tel.: +31 591 670570
[email protected]
www.freeland.nl