En Chile, hace unas semanas ha comenzado el periodo de desarrollo de la ciruela D'Agen, que luego de un proceso de secado se ofrece como ciruela deshidratada a más de 75 países en el mundo.
Nicolás Tagle, gerente de productores y calidad de Kaikén, proyecta un panorama auspicioso respecto a lo que será la cosecha 2025, gracias a lo que ha sido este año: "Los huertos presentan una producción más pareja y estable, lo que augura un mejor rendimiento para la ciruela deshidratada. Aunque en algunos campos se tuvo que hacer raleos, estos fueron más bien dirigidos. Por otra parte, se vio un aborto un poco mayor de lo común, lo que ayudó a regular la carga permitiendo un crecimiento equilibrado. Estamos viendo árboles con buen potencial y frutos de calidad superior, lo que es una señal alentadora para el sector".
Las temperaturas moderadas y una floración uniforme han sido factores clave. "A diferencia del año pasado, donde las condiciones climáticas afectaron en los bajos grados Brix obtenidos en cosecha, este año muestra un desarrollo más controlado y óptimo, esperando tener mayores grados Brix lo que ayuda a mejores conversiones", dijo Tagle, quien expresó optimismo sobre el rendimiento de la ciruela deshidratada este año, con calibres que se estiman en rangos de 70/80, representando una mejora significativa frente a los resultados de 2023.
En cuanto al proceso de secado, que comenzará en febrero, Tagle subrayó la importancia de una planificación adecuada. "Estamos trabajando con los productores para asegurar que todo esté listo para la temporada de secado, con la expectativa de una cosecha más uniforme y de mejor calidad", señaló.
Patricio Pávez, administrador general de Agrícola La Palma, y quien hace un análisis puntual de la zona de Lolol, que es donde están ubicados como agrícola, señala que "este invierno fue de buena acumulación de horas frío, lo que permitió que los huertos alcanzaran una carga normal. Esto debería evitar problemas en los grados Brix, aunque en algunos huertos específicos de la zona se observó un exceso de fruta, lo cual podría afectar levemente este indicador".
"El campo viene este año con menos fruta que el año pasado, con menos carga que la temporada anterior, aunque igual ha habido que ralear huertos que tienen exceso de fruta. Esta menor carga es beneficiosa, ya que contribuye al aumento del calibre. Menos carga de base permite una mejora en el tamaño del fruto", explicó.
Respecto a la fenología, Pávez indicó que el año pasado las plantas venían atrasadas cronológicamente en unos 10 días, pero este año se ha vuelto a la normalidad.
En cuanto al milimetraje de los frutos, el experto señala que comparando la semana 48 de 2023 con igual fecha de este año, estamos en el mismo tamaño, igual calibre.
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