La imposición por parte de la distribución de los envases de la marca IFCO para poder comercializar los productos es un ejemplo más de cómo los intermediarios generan sobrecostes en origen y encarecen la cadena de valor de los alimentos.
UPA-Huelva denuncia la estrategia comercial que la distribución sigue para imponer el sistema de envases de la marca IFCO a los agricultores como condición para que puedan vender sus productos.
La organización agraria señala que el procedimiento es tan sencillo como injusto. En primer lugar, IFCO llega a un acuerdo comercial (muy ventajoso económicamente para ambas partes) con la cadena de distribución para que se imponga su sistema de envases. Segundo: la cadena comercial impone al productor el sistema de envases de IFCO (sin dar opción a otros sistemas más económicos y sin dar la opción a quién paga de optar por alternativas similares) como condición para que se puedan vender sus productos en los lineales. Todo ello con la excusa de la sostenibilidad y vulnerando la libre competencia en lo que a la elección del envase se refiere.
UPA-Huelva denuncia, además, que la imposición de la distribución va más allá, dado que no solo impone al productor el coste del envase de la marca mencionada, sino también de su sistema de gestión, que impone por ejemplo en las cajas de 5 kg de fresa los siguientes costes: alquiler por caja, una fianza por caja que se paga en caso de deterioro o pérdida de la misma, costes por lavado y transporte de las cajas más un coste por pertenecer al sistema pooling de IFCO.
Todo ello supone un coste del producto estimado en 0,253 €/kg que asume el agricultor sin saber si el precio final de la fresa dará para cubrir el coste.
A esto hay que añadir que asumir este sistema que impone la distribución requiere una complejidad operativa por gestión del inventario que implica: un sistema de gestión propio de la marca, riesgos relativos a la pérdida o deterioro de las cajas (lo que significa pérdida de la fianza con un coste de 3,50 €/envase) y a gestionar stocks de embalajes a 60 días vista de cara a prever su utilización. Esto es especialmente difícil de gestionar por pequeñas explotaciones.
Frente a esto, la normativa actual de uso de envases permite la utilización de envases de cartón por su sostenibilidad frente a los envases tradicionales, lo cual, en comparación con el sistema de IFCO, supondría un coste de tan solo 0,100 €/kg. Esto significa que se impone al agricultor un sistema aproximadamente un 153% más caro por kilo transportado solo porque la distribución se lo impone como obligación para poder vender su producto.
UPA-Huelva viene ya desde hace muchos años informando sobre cómo la actuación de los intermediarios encarece la cadena de valor de los frutos rojos y sobre cómo imponen sus beneficios a costa de los precios en origen. Este es un claro ejemplo de ello.
Con esta denuncia, la organización no quiere trasladar disconformidad alguna de los agricultores con el cumplimiento de las obligaciones sobre la sustitución de los envases de un solo uso por otros formatos más sostenibles, pero sí considera abusivo que se les imponga una marca y un sistema determinado que encarece los costes de producción y el precio final del producto por una imposición de la distribución que condiciona la salida comercial de sus productos.
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