Es posible que los australianos tengan que reconsiderar el consumo de cerezas en sus mesas navideñas debido a las extremas condiciones meteorológicas que afectan a los cultivos. En Australia Occidental, los agricultores han pasado un verano caluroso, seco y ventoso, tras un invierno inusualmente cálido y con pocas heladas. Estas condiciones han reducido el rendimiento, sobre todo en Manjimup, donde las pérdidas han superado el 90% en algunos huertos, por lo que es poco probable que los australianos occidentales encuentren cerezas de origen local.
El Consejo Alimentario de los Bosques del Sur (SFFC, por sus siglas en inglés) subraya el alto riesgo que entraña el cultivo de cerezas, ya que las condiciones meteorológicas de este año plantean retos sin precedentes, según el presidente del SFFC, Arthur Wilson, que destaca la variedad de amenazas que afrontan los cultivos de cerezas, como las lluvias estivales, las tormentas de granizo y los inviernos cálidos, y elogia a los agricultores por su resiliencia e innovación para adaptarse al cambio climático.
Las adversidades meteorológicas no solo han provocado importantes pérdidas de cosechas, sino también una reducción de las oportunidades de empleo estacional en la región. A pesar de ello, el SFFC insta a los consumidores a seguir apoyando a los agricultores locales durante la campaña navideña. Además, el consejo señala que las trufas, los aguacates, las manzanas y las peras también se han visto afectados por el calor, con rendimientos y calidad por debajo de la media. En respuesta a estos problemas, los productores de cerezas de Manjimup y otras zonas están estableciendo nuevas plantaciones para estabilizar el suministro local y reducir la dependencia de las cerezas importadas.
Fuente: News.com