Con el paso de los días se ha ido teniendo una visión cada vez más completa de la magnitud de los daños que causó la DANA del pasado 29 de octubre en el sector hortofrutícola de la provincia de Valencia. Y es que, a medida que se ha podido ir accediendo a las fincas afectadas, se ha podido ver el estado real de los campos y de las infraestructuras, sobre todo de las canalizaciones y sistemas de tuberías de riego —tanto de las comunidades de regantes como de las parcelas privadas—, muchas de las cuales han quedado totalmente arrasadas, como cuenta Jenaro Aviñó, director de AVA-ASAJA. "De hecho, han sido principalmente los daños a esas infraestructuras los que han subido el balance de pérdidas de 1.080 millones de euros a 1.379 millones".
"En la producción también estamos constatando que los daños son superiores a las primeras estimaciones. Concretamente, entre cítricos y kakis hablábamos de 33.000 hectáreas afectadas, y en este momento, se han elevado a 50.000 hectáreas ya que, municipios que inicialmente no habían manifestado daños, al final sí los tenían", explica.
"En cítricos pensamos que la DANA ha causado una merma de un 15%, equivalente a unas 300.000 toneladas, mientras en kaki creemos que puede haber habido una reducción del 60% de la fruta que aún quedaba por recoger, y que calculamos en 70 millones de euros de pérdidas. Es decir, ha habido pérdidas pero aún queda fruta en los árboles por recolectar: tanto en cítricos, como parte del kaki", apunta Aviñó.
"Pero el problema de los daños en las infraestructuras de riego es mucho más grave de lo que parece, porque ya hay entidades de riego y comunidades de regantes que a principios de diciembre iban a empezar a regar en las zonas más altas, donde los árboles necesitan agua, y muchas de ellas se han quedado sin las instalaciones adecuadas para dar riego a sus socios", indica.
"Asimismo, estamos viendo situaciones en las que, para recolectar la fruta, los camiones y los recolectores están viéndose obligados a cruzar parcelas y parcelas, y a caminar cientos de metros entre otras fincas o en el campo para llegar a los árboles que hay que cosechar. Ante esa necesidad de entrar a las parcelas, hay ayuntamientos y agricultores que están adelantándose a la empresa que se va a encargar de arreglar todas las infraestructuras dañadas y están arreglando ellos mismos los accesos; aunque por ahora no se sabe si podrán recuperar el dinero de esas inversiones que
están haciendo ahora al ser prioritarias", prosigue Jenaro Aviñó.
"Si hay algo de lo que me puedo sentir orgulloso, como representante agrario, es de la generosidad y de la solidaridad de nuestros agricultores"
"Entendemos que las personas y las viviendas han tenido una prioridad innegable, pero que también hay que tener en cuenta la urgencia del sector agrario. Una de las entidades que ha tenido un comportamiento muy ético ha sido Agroseguro, ya que tenemos constancia de que muchos agricultores están cobrando lo que se va peritando la semana anterior", manifiesta Aviñó.
"Aunque si hay algo de lo que me puedo sentir no solo contento, sino orgulloso como representante agrario, es de la generosidad y de la solidaridad de nuestros agricultores. Ya lo hicieron cuando la COVID y lo han vuelto a hacer ahora: los primeros tractores que salieron para prestar ayuda fueron los de los agricultores", dice Jenaro Aviñó con emoción. "Socios nuestros nos llamaban pidiendo por favor que les ayudáramos y, a cualquier pueblo, acudían 15, 20, 30 tractores, los que estuvieran disponibles en ese momento, a ayudar. Muchos de ellos eran agricultores con muchos daños en sus propias casas, y han optado por ir a ayudar a quienes tenían mayores daños que ellos. Eso demuestra tener un corazón muy grande y una gran solidaridad, un valor que siempre ha caracterizado al sector agrario".
"Por eso esperamos una respuesta por parte de las autoridades y del ministerio al mismo nivel que la que nosotros damos cada vez que se nos necesita", destaca Aviñó.
"El abastecimiento a los mercados está totalmente asegurado"
Mientras tanto, la campaña citrícola sigue su avance con un suministro "totalmente asegurado" desde Valencia, porque aunque habrá ese 15% menos, "seguirá habiendo fruta suficiente para abastecer a los mercados".
"Por una cuestión lógica", subraya Aviñó, "el tema de la compra ha estado bastante parado y los operadores citrícolas querían ver cómo reaccionaba la calidad de la fruta, y por eso hasta pasadas unas semanas no se pusieron a comprar otra vez. No obstante, esta semana en la Lonja se ha incrementado el precio de algunas variedades e incluso ya se están haciendo compras de Lane Late, lo que significa que el interés por los cítricos se ha reanimado".
"Es de destacar que hasta ahora ha habido competencia de Sudáfrica, que está terminando ya, y dentro de poco vendrá la competencia de Egipto, sobre todo en naranja. Pero antes de que haya comenzado a entrar esa fruta de importación, ya estamos teniendo llamadas de empresas que este año, por solidaridad con los afectados por la DANA, quieren comprar productos valencianos. Tenemos los mejores cítricos y este año, más que nunca, debería evitarse que se repitiera la situación del año pasado", concluye Aviñó.
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