El precio de referencia de Expana (EBP) para las patatas de transformación holandesas subió a 165 £/MT, lo que supone un aumento intermensual del 18% el 3 de diciembre. Esta subida del precio en la campaña 2024/25 se ajusta a la tendencia típica, ya que los agricultores almacenan sus patatas después de la cosecha, lo que hace subir los precios. Sin embargo, el precio actual es un 20% inferior en términos interanuales, lo que refleja una cosecha más satisfactoria en comparación con la de 2023, marcada por la humedad. Aunque eso no quiere decir que la cosecha de 2024 haya transcurrido sin contratiempos: según North-Western European Potato Growers (NEPG), que agrupa a los productores de patata del noroeste de Europa, "la recolección se realizó en condiciones muy difíciles y con un alto coste".
Según NEPG, el rendimiento medio en los cuatro países miembros de la asociación en la cosecha de este año, que concluyó en noviembre, se sitúa en 43,8 t/ha, ligeramente por debajo de la media quinquenal, de 44,4 t/ha, y del rendimiento del año pasado, de la misma cifra. A pesar de unos rendimientos ligeramente inferiores, la calidad general de la patata ha sido calificada de "buena" por el NEPG. La superficie total cultivada en estos países ha crecido en 37.700 ha (+7,2%), lo cual ha impulsado la producción un 6,9% interanual hasta alcanzar los 24,6 millones de toneladas (+1,6 millones de toneladas).
Algunos de los retos a los que se han enfrentado los agricultores han sido las lluvias, que retrasaron la siembra y la cosecha, mientras que las prolongadas condiciones de humedad han creado una de las mayores presiones de tizón tardío en la región NEPG de los últimos años. Además, los costes medios de producción han aumentado significativamente en 2024, superando los niveles de 2023 en 1.000 euros/ha, y algunos agricultores han tenido que hacer frente a gastos aún mayores, según NEPG. Entre los factores que han contribuido a ello se encuentran el aumento de los costes de manipulación de las semillas, la intensificación de las medidas de control del tizón tardío y el aumento de los gastos de almacenamiento, agravados por el incremento de los costes de construcción y maquinaria.
Crece la preocupación por la sostenibilidad del cultivo de la patata en la UE. El aumento de los riesgos y los costes puede disuadir a los pequeños productores de continuar con la producción, lo que podría provocar un descenso del cultivo total. Fuentes del sector indican una tendencia hacia la consolidación, con una concentración cada vez mayor del cultivo de la patata en pocas explotaciones, más grandes y mejor equipadas. Estos productores son más capaces de gestionar los retos financieros y operativos inherentes a la producción de patatas.
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